215 .- NO SON
No son lágrimas perdidas
las que mis ojos derraman,
cuando tus desdenes rondan
por los senderos del alma,
dibujando en mis adentros
regueros de sangre grana.
Son como el agua bendita
que mis inquietudes, lavan,
que lubrifican mis ojos
y de mis penas me sacan.
No son cantos desolados
los que mis versos proclaman,
cuando tus pobres caricias
huyen de mi piel, se escapan,
dejándome el cruel regusto
de la flor abandonada.
Son como mágicos bálsamos
que asedan mi piel, mi alma,
que borran los desencantos
e inspiran nuevas baladas.
No son dolosas espinas
las quejas que de mí, escapan,
cuando al cruzar por mi calle
me vuelves cara y espalda,
negándome el saludar
y la luz de tu mirada.
Son lamentos que crecieron
ornados de inútil rabia,
que ayudan a olvidar
tu indiferencia malsana.
El Viso del Alcor, 1 de Diciembre de 2022
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