NUESTRAS MASCOTAS

                             Una tarea algo divertida para nosotros fue el de llevarnos bien con ese fenómeno tan corriente entre los humanos de acordarnos de las mascotas, que no suelen faltan en ninguno de los acontecimientos importantes del mundo que nos rodea y que en nuestra docencia era también muy atrayente para los alumnos, invitándoles al juego de la creación, a través del dibujo, de algunas de ellas, con resultados a veces que resultaban la mar de sorprendentes. De aquellos tiempos en que estábamos activos brotaron unas pocas, que iremos asomando a otra nueva ventana, buscando la variedad y en lo posible, alejarnos de la rutina de lo que resulta cotidiano.

                             No llegamos a inventar nada nuevo en referencia a la que vamos a poner hoy. De todos es conocida la existencia en los centros educativos de la figura del ogro entre los docentes, "er Koko", como se dice por estas tierras; honor que generalmente respondía a la realidad, pero que también otros no eran tan fieros como lo pintaban.

                             El resultado de las indicaciones de los propios alumnos es el que ofrecemos ahora.

                             Con un papel, colocado en la mitad de su rostro, podréis observar, siguiendo el juego o pasatiempo, dos rostros de perfil enfrentados; uno más delicado y hasta sonriente, el del color rosa, que pertenecería al sexo mal considerado como débil, y el otro, lleno de furia y vociferante, del varón, que tampoco responde a una realidad absoluta, podríamos contemplar a nuestro "Koko", que además de feo es asexual, lamentando no coincidir en esto y en casi todo, con la Señora Montero, Ministra del disparate lingüístico, que preferiría separar los rostros y hablar de "er Koko" y de "la Koka".    

                            Las respectivas manos que asoman indican actitudes diferentes, las de la izquierda, representan signos de violencia, como la del puño cerrado, la que soporta el látigo; siendo la tercera, la inferior, la que parece expresar desconcierto; en tanto que las de la derecha hablan a las claras de todo lo que hacen es por justicia, advertencia o aquello de "cuidadito con los que hacéis", por amor o vaya usted a saber. El calzado también es complemento que marca la diferencia.

                            En definitiva, como aquella expresión de el que esté libre de falta, que tire la primera piedra; aquí y para esta mascota, valdría la otra, de que quién no ha tenido, o ha dado vida en su existencia escolar, a algún "profe" este calificativo de Ogro.