Lo de hoy no es más que un atrevido juego, el de retratar a personajes de un cuadro conocido en todo el mundo, del genial y universal Velázquez, y usando un solo color.
Se trata de reproducir la figura de la Infanta Margarita.
¿Pero quién era esta pequeña, aparentemente cándida, que protagoniza principalmente el conocido cuadro del pintor sevillano? Nada más ni menos que la hija primogénita del rey Felipe IV y de su segunda esposa, Mariana de Austria, que desde bien pequeña la educan y crece con la única preocupación de que se sintiera guapa, convirtiéndose en su época en un bien muy cotizado.
La cual contrae matrimonio en su niñez, curiosamente con el hermano de su madre, que no es un cualquiera, es el emperador de Austria Leopoldo I, en 1666; con su tío para más detalle.
Matrimonio, como puede verse por razón de estado; pretendiéndose conseguir el acercamiento de las dinastías de los Habsburgo, la austriaca de Leopoldo y la española de Felipe IV, que se habían distanciado tras la firma de la Paz de Westfalia, que puso fin a la conocida Guerra de los Treinta Años.
Una verdadera tragedia su vida, ya que a los quince años daría a luz a su primer hijo y que moriría a los 21, como consecuencia de las secuelas que le dejaron su cuarto parto.
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