DIBUJOS QUE RECORDAMOS DE NUESTRA DOCENCIA

 TESTIMONIO Y A LA VEZ ANTIGUO TESTIGO DE NUEVAS EXPERIENCIAS ESCOLARES EN EL VISO DEL ALCOR (SEVILLA)

                                La escuela no sólo y exclusivamente debe ser un centro de suministración de conocimientos, sino que debe tener como objetivo primordial la formación integral de todos sus moradores, sin excepciones de ninguna clase. Por ello, allá por los años 70, un grupo de maestros, la mayoría bastante joven, pero con ideas medianamente claras, y preocupados no tanto por el "saber" de sus pupilos, cosa a la que nunca negaron su importancia y valor, sino por el "ser" de los mismos, emprendieron una serie de actividades complementarias que sirvieron en definitiva para crear un ambiente bien grato, tratando de que fueran muy pocos los que se quedarán atrás en este necesario caminar que supone el aprendizaje continuo de la vida.

                                Entre estas nuevas experiencias, de las que nos iremos ocupando en diferentes  apariciones, de vez en cuando como suele decirse por estas tierras de María Santísima, los alumnos del centro podían dedicarse en las horas de clases vespertinas, que por entonces  se vivía la jornada partida de clases por la mañana y por la tarde, a tomar parte en un abanico bastante amplio de lo que llamamos "talleres", según sus aficiones, aptitudes y apetencias; consiguiendo entre otras cuestiones, que muchos de ellos no se aburrieran en las clases y que su quehacer fuera productivo y agradable.

                                Uno de estos talleres es el que se denominaba como de Prensa, que por supuesto no pretendía convertirse en ser cantera de periodistas; pero sí, el servir para reflejar la vida cotidiana del centro, mostrar las cualidades literarias incipientes de algunos de los alumnos y todo aderezado con curiosidades que podían despertar el interés de los mismos.

                                Seguro estamos de que algunos de los escolares conservarán en sus casas, como recuerdo valioso algunos de los ejemplares editados por aquellas fechas a multicopista y que se acordarán igualmente de la elaboración de ellos, en la cual participaban activamente.

                                 Esta fue la portada del primer número de BURBUJAS, nombre elegido por los alumnos que inauguraron este taller y dibujada, lo mismo que las ilustraciones que aparecían en el interior y con su peculiar estilo, por CLIM.