LA JAULA DE EXTRAÑOS ZAPATOS (XII)
En el sermón del domingo
el
cura habla de los gatos
y los pocos feligreses
lo tachaban de bien raro;
mira que contarles cosas
de los michos que han matado,
en vez de narrar historias
de la vida de los Santos.
La vida sigue en el pueblo
como si nada haya pasado
y sin meterse con nadie
el misterioso blanqueado,
junto a la fuente de piedra,
llamada de los tres caños,
además de calmar sed,
en su brocal se ha sentado,
esperando que otra noche
acompañe su descanso.
A la mañana que sigue,
cuando el sol se está asomando,
pasa por junto a la fuente
el pastor con su rebaño,
comprobando con alarma
tres gatitos ahogados,
uno bajo cada chorro
y en el agua roja flotando
por el agua que les sale
y los pocos feligreses
lo tachaban de bien raro;
mira que contarles cosas
de los michos que han matado,
en vez de narrar historias
de la vida de los Santos.
La vida sigue en el pueblo
como si nada haya pasado
y sin meterse con nadie
el misterioso blanqueado,
junto a la fuente de piedra,
llamada de los tres caños,
además de calmar sed,
en su brocal se ha sentado,
esperando que otra noche
acompañe su descanso.
A la mañana que sigue,
cuando el sol se está asomando,
pasa por junto a la fuente
el pastor con su rebaño,
comprobando con alarma
tres gatitos ahogados,
uno bajo cada chorro
y en el agua roja flotando
por el agua que les sale
de
orificio en sus costados.
Al ver aquella imagen
se siente muy consternado,
e intenta sacar del agua
con ayuda del cayado
a los tres animalitos
que apestan como marranos;
mas, qué gran susto se lleva
cuando osa sólo tocarlos,
al estallar como globos
dejando todo manchado.
Al ver aquella imagen
se siente muy consternado,
e intenta sacar del agua
con ayuda del cayado
a los tres animalitos
que apestan como marranos;
mas, qué gran susto se lleva
cuando osa sólo tocarlos,
al estallar como globos
dejando todo manchado.
El Viso del Alcor, 4 de Mayo de 2025
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