266 .- EL BENJAMÍN DEL FABRICANTE DE MARIPOSAS
CAPÍTTULO ONCEAVO Y CONCLUSIÓN
Cuentan sabios cuentacuentos,
de esos que ahora son extraños,
porque ya no van por pueblos
contando a niños relatos,
que la dicha mariposa,
la del corazón dorado,
que siempre el buen BEN ALÍ
del cuello lleva colgado,
por la magia de los cuentos,
después de incontables años,
no porque fueran muchos,
sino por no ser contados,
en noche de plenilunio
cuando para darse un baño
en una pequeña playa
de escondido acantilado,
entre sus ropas envuelto
el corazón ha dejado.
Rompiendo el suyo capullo
que ella misma ha fabricado,
con la ayuda de la luna
en dama se ha transformado,
conservando la belleza
que el viejo Ali le había dado,
bonita como ella sola,
bien que brillan sus encantos.
Cuando sale de las aguas
después de una rato nadando,
revuelta encuentra su ropa,
temiendo que hayan robado
el corazón donde guarda
aquel ser por él amado.
Abierto está el corazón,
vacío y todo salpicado
de polvo de mil colores
que despiden como rayos.
Al suelo cae de rodillas,
pareciendo muy turbado,
momento de gran tristeza
que le devuelve al pasado,
mas de aquel grande silencio
brota un hermoso canto,
que atrayendo su atención
aborta el sabor amargo,
contemplando en una roca
el mejor de los regalos,
mujer que siempre aparece
en tiempos que está soñando.
Nada más mirar sus ojos
descubre lo que ha pasado,
aquella es la mariposa
que le tiene cautivado,
convertida en bella dama
como ocurre en los milagros,
en los cuentos de los niños,
que siempre son inventados.
Santa Cristina, 31 de Agosto de 2024
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