152 .- A LA LUZ
¡Bendita seas, hermana!
¡Benditas seas por siempre!
Luminaria de mis ojos,
de mis horas, de mi mente,
fanal de ricos colores,
luciérnaga impenitente,
inventora de arcoíris,
de bellos amaneceres,
de atardeceres soñados,
¡Bendita seas por siempre!
¡Benditas seas por siempre!
Luminaria de mis ojos,
de mis horas, de mi mente,
fanal de ricos colores,
luciérnaga impenitente,
inventora de arcoíris,
de bellos amaneceres,
de atardeceres soñados,
¡Bendita seas por siempre!
¡Maldita
seas por siempre!
Grita el ciego en su ceguera,
al pie de su mala suerte,
por no haberte conocido,
porque nunca podrá verte,
ni saber de tus colores,
por su negrura insolente,
por vivir en las tinieblas,
¡Maldita seas por siempre!
Grita el ciego en su ceguera,
al pie de su mala suerte,
por no haberte conocido,
porque nunca podrá verte,
ni saber de tus colores,
por su negrura insolente,
por vivir en las tinieblas,
¡Maldita seas por siempre!
Y la pobre luz, hermana,
en sus estancias celestes,
recibe de los mortales,
insultos y parabienes,
sin ser ella creadora,
de los ojos, de las mentes,
ni del hombre de la luz,
ni del mal del invidente.
El Viso del Alcor, 28 de Marzo de 2024
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