NUEVE BIENAVENTURANZAS (I) Y NUEVE PIROPOS DE FERIA
Repetir en Grandes Fechas, argumentos y palabras, nunca será pecado, más bien, obligado recordatorio de GRATITUD y, siempre, oportuna machaconería para vencer al OLVIDO.
NUEVE BIENAVENTURANZAS Y NUEVE PIROPOS DE FERIA, es y serán los mejores argumentos para contar y cantar, con brevedad, MI VIVIR en LOS ALCORES DEL VISO, en compañía del mejor y mayor de los REGALO recibido, ROSA.
BIENAVENTURANZA PRIMA
Bienaventurado aquel,
caminante peregrino
que, sin buscar premio, gloria,
distinción o beneficio,
encuentra, en su caminar,
muestras de afecto y cariño,
de un pueblo que tiene a gala,
como designio divino,
ser pródigo acogedor,
sin importarle un comino,
la procedencia o la cuna
de cualquiera bien nacido.
La cruz de romero verde,
verde, como yo la quiero;
la cruz de florido mayo,
de los mayos de mis sueños,
se entalló en mis entrañas,
con goce de primer beso,
como palmera encendida,
mecida por grato viento.
La cruz de romero verde,
verde, de brazos abiertos,
injertó, con sabio hacer,
en mis sombríos adentros,
farolillos de esperanzas,
ramas de brotes nuevos,
alma y cuerpo de mujer
hija del Alcor visueño.
La cruz de romero verde,
verde, de prado sereno,
talismán, bello estandarte,
símbolo y mejor trofeo,
imán de ofuscados ojos,
de corazones sedientos,
así, eres tú, mi gran cruz,
mi cruz de verde romero.
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