Martes, día 14 de Noviembre
TORMENTAS E INUNDACIONES EN ANDALUCÍA, SOBRE TODO EN MALAGA
Padecer una sequía terrible, sin apenas agua para beber, ni que decir para el aseo personal al faltar agua para tal fin, y pasar a lluvias torrenciales que destruyen todo lo que encuentran a su paso, parece una cruel sinrazón y desorden cósmico-meteorológico.
Lo que se tenía como habitual y más propio del levante nuestro, me refiero a España,
pues los nacionalistas no renunciamos a conceptos más amplios geográficamente hablando, también salpica y de qué manera a la zona meridional, que es más nuestra por aquello de tratarse de España y de Andalucía.
Parece como si las compuertas del pantano del cielo, no sabemos por qué razón, en lugar de abrirlas con moderación y de manera repartida durante todo el año o de forma adecuada a cada estación, la abrieron de golpe y sin avisar; que esa es otra cosa, ya que siempre por aquí abajo nos cogen en "mantillas" y distraídos con los éxitos de la selección española de fútbol, soltándonos todo el agua que nos han estado privando durante casi todo el año; o a lo peor es que la retuvieron tanto, que hubo necesidad de abrir compuertas, sino que se llegó a romper la presa de negras nubes y el arcoíris sirvió sólo para anunciar desgracias y engrosar la lista de las zonas siniestradas; con la diferencia de que en San Francisco, por ejemplo, un puente, cualquiera que sea su grandeza, se repone en un mes y se celebra con fiestas su apertura y aquí, el mismo puente, si hubiera que reponerlo habría que espera a otra nueva "expo".
Por eso, nuestros niños cantarán aquello de: "Cabril, cabrón, cuéntalos bien que las penas más de veinte son"; porque las penas casi siempre son para esta tierra, que ni el tiempo la deja despegar ni salir de su miseria.
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