Martes, día 2 de mayo
EL
MEJOR ADMIRADOR
Siempre lo he sido y lo seguiré
siendo, desde que tenía muy pocos años, los mismos que él, no por azar, y lo
veía dibujar o pintar. Recuerdo aquellos retratos de artistas de cine sacados
de estampas y realizados en la cama cuando estuvo de reposo, los murales del
Frente de Juventudes, los mapas escolares, los decorados para teatros,
zarzuelas e incluso revistas, las diapositivas de anuncios para el cine, las de
los periódicos, los realizados en paredes, los billetes, las caricaturas, el
manejo de la témpera, sus viejos y sus niños, sus paisajes y un largo etc., y
yo siempre allí, dándole compañía la mayoría de las veces, ayudándole como
aprendiz y peón otras, y siempre admirándolo a él y a sus criaturas.
Había que hacer el fondo de la
Caseta y quién mejor que él para la Cruz de este año. Empezó y no le gustó lo
que hacía, como tantas otras veces, por ser demasiado exigente consigo mismo y
rectificó a tiempo y entre líneas y manchas casi cubrió el blanco, componiendo
un todo bien sencillo, sin grandes artificios, con la rapidez requerida,
agradable a la vista de cualquiera, ayudado por Antonio Navarro, buen
aficionado y mejor persona, y yo, allí, al pie del cañón, porque sigo siendo su
mayor y mejor admirador.
¡Ay, si fueras ambicioso,
hermano!...
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