A dos días del comienzo de nuestra Semana Santa, hoy colgamos un dibujo muy personal, que trata de reflejar una escena de la vida de Jesús, en un estilo ya conocido por nuestro visitantes. El de aquella mujer, la Verónica, también conocida como Serafia, según la tradición cristiana, que durante el Viacrucis, tendió a Cristo un velo, lienzo o paño, para enjugar el sudor y la sangre de su rostro, en el quedó milagrosamente impreso el mismo. Escena que si bien no aparece en los evangelios canónicos, sí se encuentra en el evangelio apócrifo de Nicodemo o Acta de Pilatos, identificándola con la hemorroísa curada por Jesús, que testificara a gritos a su favor ante el mismo Pilatos en el Pretorio, al serle negada como mujer la capacidad de testimoniar en el juicio de Jesús.
Ella, la que también en el evangelio de la muerte de Pilatos, declara al enviado de Tiberio César, que deseando tener un retrato de Jesús y buscando un pintor que se lo hiciese, el mismo Jesús salió a su encuentro y pidiéndole el lienzo que llevaba para el artista, se lo devolvió con la imagen de su rostro.
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