NUESTROS DIBUJOS

VIERNES SANTO

        Día sin eucaristía y en su lugar se celebra la Liturgia de la Pasión del Señor, a media tarde de este Viernes, a las tres, hora en que se ha situado la muerte de Jesús; aunque puede celebrarse más tarde, nunca antes de las doce, ni concluir pasada las 18:00 h.

        Durante este tiempo los únicos Sacramentos que se pueden celebrar son: el Bautismo, en caso de peligro de muerte, la Penitencia y la Unción de los enfermos.

        Antes de esta celebración el Templo se presenta con luces apagadas o a media luz. no hay manteles ni adornos en el Altar y en su costado debe disponerse de un pedestal para colocar la Santa Cruz con el fin de venerarla.

        El comienzo de esta liturgia será en silencio. para recordar su agonía, el sacerdote se postrará frente al altar, con el rostro en tierra, mientras el resto permanecerá de rodillas y en silencio. Después de una oración del celebrante, ya puesto en pie y con los fieles sentados, comenzará la Liturgia de la Palabra, con dos lecturas, la primera del profeta Isaías y la segunda de la Carta a los Hebreos, intercalándose entre ellas el salmo de "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".

        Tras la segunda lectura vendrá el relato completo de de la "Pasión según San Juan", lectura en que podrán participar varias personas, leyendo los papeles de Jesús (por el diácono o el sacerdote), el cronista y el Sanedrín, terminando con una homilía, generalmente más breve.
        Se pasará más tarde a la adoración del "Árbol de la Cruz", descubriéndose en tres etapas el Crucifijo para la veneración por parte de todos.

        Seguidamente el sacerdote acompañado de dos personas con cirios irán a los pies de la iglesia y con una cruz tapada con una tela oscura o roja, caminarán hacia el altar que irán destapando en su caminar, también en tres momentos, acompañados de cánticos. Terminado esto se colocará un mantel en el altar y el sacerdote invitará a los asistentes al rezo del Padre Nuestro y tras rezarse el Cordero de Dios, se impartirá la Comunión a los fieles con las Sagradas Formas reservadas en el Monumento preparado el día anterior.

        Culminando esta celebración con la Vigilia Pascual, momento de profundo silencio y de meditación sobre la Muerte del Señor y con la invitación de esperar junto a María la llegada de la Resurrección del Señor.