Versos de versos

EL PODER DE LA POESÍA

La Poesía es poder,
el mayor del universo.
Ni los monarcas de antaño,
ni los más grandes gobiernos,
ni los dioses del Olimpo,
ni el Dios, en el que creemos,
ni el perverso Leviatán,
ni los Hitler de estos tiempos,
ni los Papas, ni la iglesia,
y ni siquiera, el dinero,
poseen tanto poder,
como poseen los versos,
su madre, la Poesía,
y el vate, su pregonero,
capaz de encerrar la mar
en un frasquito pequeño,
o guardar, en sus alforjas,
los cielos y los infiernos.

La Poesía es poder,
el mayor del universo.
Puede comprar lo que quiera,
puede regalarte el cielo,
puede hacer hablar al mudo,
puede hacer que vea el ciego,
puede abrir todas las puertas
y cerrarlas al momento.
Puede trastocarlo todo,
dar fin, a lo que era eterno,
apresar la libertad,
dejar libre al prisionero,
sembrar encima del mar,
resucitar a los muertos,
pasear sobre las nubes,
hacer del estío, invierno,
juntar pasado y futuro,
romper las reglas del juego,
reinventar lo inventado,
ponerle puertas al viento,
casar verdad y mentira,
borrar del mapa, los templos,
tomar a guasa los dioses
y reírse de lo serio.

La Poesía es poder,
el mayor del universo.
Termina con los absurdos,
inventa absurdos nuevos,
acaba con lo imposible,
con la nada y sus miedos,
vuelve loco al grande sabio,
torna cuerdo al majadero,
le da blancura al carbón,
viste el azahar de negro,
convierte el frío en calor
y la escarcha en puro fuego,
aniquila los pecados,
la avaricia y el dinero.

La Poesía es poder,
el mayor del universo.
Aquello que no le gusta,
sin dudar, quita de en medio,
aquello que es de su agrado,
lo eleva al celeste cielo.

Su poder es utopía,
quimera, grato embeleso,
agua fresca sanadora,
casi siempre, pobre sueño,
su poder es desvarío,
del poeta, su gran dueño
y dura lo que un suspiro,
migajas de pobre tiempo.

Sus poderes son palabras,
que se las llevan los vientos.