186 .- EL VENDEDOR DE SONRISAS
CAPÍTULO SÉPTIMO
Mas, la situación ridícula
a camorristas irrita,
que sacando sus pistolas
quieren terminar las risas,
disparan sin ton ni son
a concurrencia nutrida,
tornando negra muerte
ceremonia de alegría.
Actitud que ellos repiten
en los sucesivos días,
dando muerte sin excusas
a todo aquel que se reía,
como si culpables fueran
de la afrenta allí ocurrida,
que acabaron para siempre
con el reír en esta isla,
la que fuera conocida
con el nombre de Salina.
de la historia referida,
n vez de amedrantarse
muchísimo más se anima,
agradeciendo al viejete
la información recibida,
que allanarán sus caminos
en sus futuras visitas;
pues conociendo las causas
de tristeza tan maldita,
será fácil su trabajo,
ya que él trae las medicinas,
con los mismo componentes
que en tenderetes vendían,
todos sus antepasados
en las plazas de las islas;
actividad que dejaron
hace tiempo interrumpida,
porque el vendedor último
que en todo el mundo existía,
al pasarse en una dosis
provocó plaga de risas,
pandemia que puso en riesgo
en el planeta, la vida.
El Viso del Alcor, 24 de Mayo de 2024
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