viernes, 13 de noviembre de 2020

En tiempo de PANDEMIA

 Entrega 7. Escrito 4

¡QUÉ LOCURA!

     ¡Qué locura!

      El mundo se ha vuelto loco y los españoles estamos a la cabeza de esta malsana locura que, muy poco a poco, nos va robando lo más importante que poseemos.

      La libertad se va minorando mientras el sometimiento es moneda de cambio hacia nada bueno.

      Y, locos de atar, por culpa de una pandemia real, virtual o inventada, nos movemos como zombis, como infravalorados humanos, incapaces de comprender qué nos está pasando.

      El miedo, meta a alcanzar, caminante obligado a terminar enredado en las fauces del pánico, nos acobarda, nos silencia, nos confunde, dejándonos hueros, vacíos de todo aquello que huele a sana vida.

     ¿Qué nos está pasando, madre?

     Una insana locura se mueve como mancha aceitosa, como fango maloliente y putrefacto, a nuestro rededor, propagada, sin misericordia, por los viejos dueños del mundo mundial, por la nueva casta del poder. La impotencia individual y colectiva se envalentona en su crecimiento hacia la monumentalidad. No hay salida de esta tamaña locura, tendremos que rompernos del todo y, como ave fénix, renacer y alcanzar la nueva cordura.

     Nunca sabremos quién o quiénes inventaron, dieron vida y propagaron este bicho, ni si existió de verdad o fue una macabra patraña para domeñar a los humanos. Por lo que sabemos de él, casi nada, nos preguntamos hasta cuándo nos acompañará.

     Vivimos con el miedo metido en el cuerpo, como culpables de la creciente propagación del bicho, como vanguardia receptora, como sujetos de máximo riesgo. Grande es la loza que gravita sobre nuestros hombros y mayor la metafórica espada de Democles que pende sobre nuestras cabezas. ¡Qué locura!

     Lo mejor es desengancharse de tanta interesada información, hacer oídos sordos a tanto y tanto comunicado, olvidar los números y las estadísticas, no creer nada, ni a nadie y vivir creyendo que no hay mal que cien años dure y, de paso, que Santa Barbara, sin necesidad del tronar, nos guie y Dios, sumo hacedor y señor de la vida, nos ampare.

                                                           “Locuras” del BOSCO


No hay comentarios:

Publicar un comentario