Martes, 7 de mayo de 2019.
A 17 días…
SIGUEN LOS DÍAS
LOCOS. EN MAYO, LA FERIA DE ABRIL DE SEVILLA
A uno, siguen otros. Los días locos de
atar se reúnen, de vez en cuando, para mostrarnos su carácter independiente,
para enseñarnos que las ataduras y el encorsetamiento sobran en muchos momentos
de esta ajetreada vida.
Estas locuras, trascendentes o intrascendentes,
de estos locos días, nos subyugan, nos someten y nos arrastran a las ciénagas
de la incomprensión, de los desvaríos, de los desatinos y de los más gordos
dislates. ¿Cómo es posible que los sevillanos de pura cepa, feriantes de toma y
daca, sigan llamando “Feria de abril” a la que se celebra en el mayo de las Cruces?
Esto solo ocurre en los lugares donde proliferan los días locos, donde estos
días se convierten en pan nuestro.
Y “endespués” vienen los ilustrados, los
sabiondos de turno, a decirnos que los días, ni están, ni se han vuelto locos,
que los locos somos nosotros, por la culpa del “Tío Pepe”, de la manzanilla y
del “rebujito”. Sabiduría pagana de feriante “paganini”.
Y más “endespués otavía” vienen los “moraítos”,
los que se ponen morados de arriba a abajo, desde que se abre la portada hasta
que la desmontan y que nunca jamás de los “jamases” se cansan de su Feria y que
les gustaría que ésta durara todo el año, con gente de Madrid o sin ella, para
decirnos que abril y mayo son meses hermanos, bien avenidos y “qué mar dará”.
¡Qué listos los tíos! Pero los días locos siguen erre que erre, con sus
locuras.
Y solo nos queda esperar que, estos días
locos, encuentren algo de cordura, que pasen de nosotros, como nosotros de
ellos y nos devuelvan al mundo de la normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario