VIERNES, DÍA 25 DE DICIEMBRE
SE RESOLVIÓ EL PROBLEMA, QUE NO LO ERA TANTO Y HABLAMOS DE DIOS
La comida familiar de la familia en este día de Navidad la hicimos en casa de Antonio e Isa, en Sevilla, como en los últimos años y como única solución; ya que esta ocasión, porque ya somos muchos, nadie pretendía que se celebrara en su hogar. Algunos tenían que ceder y les tocó a ellos, con la única condición de que el próximo año se buscara una mejor solución para todos.
Bueno, como aún está lejana la fecha, así que para que pensar en este tema.
Adela, como siempre, terminó lavando la vajilla; es la anécdota de la comida porque yo también le ayudé.
Y en un día tan señalado como este, era lógico que habláramos de Dios, de Jesús y de María, además de cantar los villancicos de siempre; pero no lo hicimos se la Navidad, sino poniéndose en duda todo o casi todo, lo que a mí me sorprendió sobremanera. No sabiendo realmente si la conversación fue acertada, no me refiero a su oportunidad o no, sino a su posible trascendencia, ya aparecieron demasiadas dudas y bastantes contradicciones y sobre todo, en un tono muy negativo por parte de algunos de los jóvenes y en especial por parte de su hijo mayor, que hizo aflorar ahora un pensamiento ateísta, lógico en sus años de rebeldía - quizás por la crudeza de la muerte que le golpeó en su primo - y por una encorcetada e impuesta religión en colegios siempre religiosos, de la que quiere huir. Aparece también el genio de los Blascos en la conversación y alguna voz y mandato, no propios de un diálogo normal y abierto, que también hicieron acto de presencia.
No sacamos nada bueno adelante, pero tampoco se nos calentó mucho la cabeza ni s nos enfriaron los pies. Todo terminó como empezó, sin darnos cuenta y porque de algo había que hablar, pensando que lo más adecuado fuera , sintiéndolo mucho, hablar de otras cosas...
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