miércoles, 19 de junio de 2024

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 
DOMINGO, DÍA 23 DE AGOSTO

UN DOMINGO CUALQUIERA, OTRO DÍA SIN SALIR DE CASA

                    ¿Y para qué? Lo mismo da que sea domingo. Este calor no cesa. No me apetece salir a ninguna parte.
                    Adela madruga para ir al trabajo y cuando regresa a casa viene muy cansada y se acuesta.
Y cuando se levanta es pata preparar la comida del sía siguiente y limpiar algo.
                    Por mi parte, sé ocupar mi tiempo, no me agrada estar sin hacer nada; no me apetece descansar, entre otras cosas, porque no estoy cansado. Sigo pasando a máquina una de las obras de teatro que escribí para presentarla a un concurso, ¡qué osadía la mía! 
                    En la Televisión, a veces encuentro alguna distracción y acudiendo a la prensa me pongo en contacto con el mundo exterior, lejano y cercano.
                    Cubro mis necesidades fisiológicas, sin horario fijo, y ayuda algo a mi mujer, cuando me reclama.
                    Y cuando vienes a darte cuenta te ha pasado otro día, otro domingo y te da pereza acostarte,
porque como decía al principio, el calor no cesa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario