DOMINGO, DÍA 23 DE AGOSTO
UN DOMINGO CUALQUIERA, OTRO DÍA SIN SALIR DE CASA
¿Y para qué? Lo mismo da que sea domingo. Este calor no cesa. No me apetece salir a ninguna parte.
Adela madruga para ir al trabajo y cuando regresa a casa viene muy cansada y se acuesta.
Y cuando se levanta es pata preparar la comida del sía siguiente y limpiar algo.
Por mi parte, sé ocupar mi tiempo, no me agrada estar sin hacer nada; no me apetece descansar, entre otras cosas, porque no estoy cansado. Sigo pasando a máquina una de las obras de teatro que escribí para presentarla a un concurso, ¡qué osadía la mía!
En la Televisión, a veces encuentro alguna distracción y acudiendo a la prensa me pongo en contacto con el mundo exterior, lejano y cercano.
Cubro mis necesidades fisiológicas, sin horario fijo, y ayuda algo a mi mujer, cuando me reclama.
Y cuando vienes a darte cuenta te ha pasado otro día, otro domingo y te da pereza acostarte,
porque como decía al principio, el calor no cesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario