EPÍLOGO
EL VISO DEL ALCOR
MAYO 2005
Hoy, uno de Mayo de 2005, en el que de nuevo, celebramos, con una jornada de descanso, el "Día del Trabajo, sobre los mismos lomos de un hacer de humanas contradicciones y atado a misma cotidiana rutina de las obligaciones, de los escarceos artísticos y del placentero disfrute de lo apetecido, todo ello encajonado en el tiempo (del que ya gastamos todo un año) y en el espacio (crecido por la natural y esporádica ausencia de algunos seres muy queridos); anunciamos a los cuatro vientos y proclamamos, ornados de humana vanidad, que hemos sido fieles cumplidores de los prometido y, en este recién estrenado primero de Mayo, seguimos siendo gotas de poeta, ajadas por un año más de existencia; retazos de juglar que celebra gozoso este inusual cumpleaños; humildes trovadores que han reunido, en modesta carpeta, 366 "líricos topetazos", trozos de vate, satisfechos por haber alcanzado la meta de un deseo posible y osados versificadores, que convirtieron su osadía, no sin esfuerzo, en un inédito, disparatado, variopinto y personal catálogo-cuaderno poético, ansiado de ser leído, poco a poco, día a día, rato a rato, para evitar innecesarios e indeseados empachos, y con abundantes dosis de comprensión hacia sus autores.
Transcurridos dos "Días del Trabajo", fuimos capaces de bien hacer la tarea impuesta. Reunimos 366 poemas personales, hijos queridos, compositores de este almanaque anual de vivencias literarias, desordenados reflejos de nuestros cambiantes estados de ánimo y, al final de todo, fieles servidores que nos ayudaron a sentirnos hombres y personas capaces de seguir amando y disfrutando la POESÍA.
Hermanos CALABUIG
El Viso del Alcor, 2 de Mayo de 2023
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