Domingo, 27 de enero de 2019.
A 117 días de las BODAS DE ORO
LOS PLAZOS SE CUMPLEN Y SIGO DIBUJANDO HUELLAS SOBRE EL GASTADO ASFALTO DE MIS ESPERANZAS Y DE MIS SUEÑOS
Hace tiempo cruce el ecuador de este personal experimento. Hace unos días, buscando la ansiada meta, dejé atrás los dos tercios del mismo, y me hallo con las mismas energías, con los mismos bríos y arrestos que poseía el pasado 24 de mayo de 2018, cuando decidí imponerme la tarea de completar este inédito puzle, resumen y compendio de “ocurrencias”, de cosas y casos, de vivencias, de qué sé yo ocurrentes y disparatados asuntos, nacidos al amparo de la actualidad o de la caprichosa inventiva personal del momento.
Cumplir plazos es energía gastada; acercarnos a una meta es dejar atrás espacio y tiempo; llegar a ella es punto y final. Y después de ello solo nos quedará el pasajero regusto del deber cumplido y el aburrimiento del “no hay nada más allá”. A no ser que sigamos enganchado al gremio de incansables inventores de trivialidades y pequeñas cosas.
Esta manada de huellas dibujadas sobre el frágil asfalto de esperanzas y sueños, sin dudas, se perderán en las selvas del olvido o serán pastos ligeros o simples pavesas en breves distracciones. Esta silente jauría de palabras, como todo lo que huele a hombre, morderán el polvo del abandono hasta el fin de sus días y de sus noches.
Y, mientras tanto, yo sigo haciendo camino, por placer y por compromiso.
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