Hoy, de sus muchos dibujos, hemos escogido dos que llamaron nuestra atención. Nuestra primera pregunta a ella fue la de si los había copiado y con mucha tranquilidad nos reveló que no, que son rostros de personajes creados por ella, casi siempre niñas.
Aunque no se parecen dichos personajes a ella, si da la impresión, de que tienen elementos que a ella le encantan. Recuerdo aquella época suya, el de su paso de la niñez a los primeros pasos de su adolescencia, le dio por dejarse flequillos sueltos que taparan en parte sus ojos; no porque estos fueran feos, sino todo lo contrario; como tratando de esconder su personita, en parte, detrás de ellos. Curiosamente, este detalle aparece en muchos de sus rostros y sobre todo en el primero que colgamos hoy en nuestro blog.
Adela, ya no copia, o sólo a veces, es capaz de crear por sí sola y este es uno de sus resultados. Tiene pocos años todavía, pero es atrevida y tímida al mismo, ya que le cuesta mucho enseñar lo que hace.
En este segundo pueden observarse otras de las características de su manera de trabajar. Su criatura recoge en su movimiento un giro de su cabeza hacia atrás, como si atendiera a alguien o algo que reclama su atención y que al mismo tiempo le sorprende, como se refleja en su rostro y grandes ojos. Si nos fijamos bien, aunque en él prima una cierta seriedad, no se le puede atribuir al miedo ni a la tristeza, simplemente a su manera de echarle cuenta a lo que atrajo su atención.
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