NUESTRAS CARICATURAS

 

                                                        JOSÉ GARCÍA RODRÍGUEZ

                    Algo más que un buen amigo, nuestro querido y apreciado Pepe, hermano de Carlos Javier e hijo del conocido "Pepe la Juana", al que hemos visto crecer desde que eran unos pequeñajos, pegándole patadas al balón en el chalé que sus padres tenían por la carretera de Tocina o en de su tío Camilo, o cuando destacaba como pelotero en los juveniles del U.P.VISO. ¡Qué buen plantel se conformó en algunas de aquellas temporadas en esta categoría! Vamos, que era una delicia verlos jugar en el albero de aquellos tiempos y que lo hacían mejor casi que los seniors. A esos años y en una en que quedaron campeones, ascendiendo de categoría, CLIM tuvo la feliz idea de dibujarlos a todos, que no sé si tendrán copia de recuerdo de aquellos retratos, pertenece esta de Pepe, vestido de corto y como defensor de los colores de sus pueblo.

                    Con el paso de los años el fútbol pasó a otro plano, la vida siguió su curso y como todos, llegaron momentos de felicidad y otros de no tanta; entró en el mundo laboral y demostró ser un buen trabajador, porque había nacido para hacer bien las cosas, y hasta acepta con una respuesta positiva el compromiso de acompañarme en una candidatura andalucista; eso sí, como independiente, que siempre lo fue, para probar en el espacio político, con el interés único de hacer algo por su pueblo.

                     Y un día nos sorprende con un manantial de arte que guardaba en sus adentros y a base de muchos sudores, equivalentes a horas y horas, y afinando sus instrumentos y su forma de ver lo que le rodea, principalmente a los suyos, familiares y amigos, que los tiene a espuertas, con la timidez que siempre le ha caracterizado, a la chita callando, en voz bajita, pero sin perder el son, dice: "Aquí estoy yo", y nace en su pueblo, porque él quiere ser profeta en el que es suyo, un aventajado aprendiz del uso del pastel. Y otro día, sin prisa, maravillando a propios y extraños, con su pulso fino, afilando ahora los lápices, con la experiencia de ver mejor, no sólo la materia que tiene delante, sino el alma de la gente, se convierte y creo no equivocarme, y lo digo de corazón, y sin ser profano en la materia, en el mejor retratista a pastel de su reino. 

                    Bendita sorpresa nos diste, Pepe....