sábado, 16 de octubre de 2021

VENTANA ABIERTA A LOS AMIGOS DE LOS "TEBEOS"

 Entrega nº 26

DOCTOR CAMPO

Luis Blanco Álvarez       BLANKITO

        El dibujante uruguayo Luis Blanco Álvarez, nació el 4 de junio de 1932 en Montevideo y falleció a los 52 años, el 15 de abril de 1985 en Madrid, y que firmaba con el seudónimo de Blankito o simplemente BK”, comenzó su carrera artística colaborando con las revistas El Plata, La Bomba y con Cátedra, que era una publicación deportiva de los años 1950.

         En la Escuela de Artes Comerciales de Emilio Cortinas y Walter Pérez ejerció como profesor de Dibujo Humorístico.

         En los años 1960 y 1961 sus trabajos estuvieron publicados en la revista “Reporter” y posteriormente trabajó como dibujante en la revista “Lunes”, encargándose de algunas de sus portadas y de su propio espacio, titulado “La Nada”. En 1964 fue director gráfico de la publicación “Peloduro” de Julio E Suárez, en la cual también colaboró con varios dibujos y como portadista.

         Dibujos suyos aparecerán igualmente en el Semanario “Marcha” durante el comienzo de la década de 1960 y entre 1965 y 1969 se encargó de la contraportada de esa publicación con una sección llamada “Parece chiste”, sustituyendo en cierto modo, la de humor político que hacía Julio E. Suárez.

         Al comienzo de la siguiente década, años 1971 y 1972, junto a Néstor Silva y Francisco Graells (Pancho), codirige el Suplemento de Humor “La Balota”, del diario “Ahora”. Y entre 1972 y 1973 codirige también con los mismos compañeros citados anteriormente la revista “La Chacota”, apareciendo igualmente en ambas sus dibujos.

         Con Pancho dirigirá en 1972 “La Boda”, donde aparecerá de nuevo su personaje Draculita Pérez.

         Con la clausura del Semanario Marcha y la llegada de la dictadura a su país, viene a España, donde se nacionalizó, colaborando con numerosas publicaciones de aquí, principalmente en El País.

         Ya en España publicó un libro con las tiras de Cero Pérez y familia que habían aparecido en dicho diario madrileño, donde pudo verse en su portada la advertencia de que el mismo no había sido prologado por Camilo J. Cela, lo que demostraba ya el humor cáustico de este dibujante.

             Los dibujos de Blankito quedarán como buen ejemplo de hacer profesional, finura y sensibilidad humorística.



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