Minicuento nº 4
Los lápìces
mágicos de colores de Martina
Hola, chicos.
Como
veréis cada semana os traeré una historia. La de hoy trata de unos colores
mágicos.
Bueno, mejor que
os la cuente ahora mismo.
Había una vez una
niña llamada Martina, a la que le gustaba mucho dibujar y se pasaba todo el día
pintando.
Un día estaba
dibujando tan, tan rápido, que al acabar un cuadro y querer empezar otro nuevo,
se le cayeron al suelo todos los colores y sus pinceles.
Martina se puso
muy triste porque todos sus colores estaban mezclados y además sus pinceles se
rompieron.
Lloraba al pensar
que nunca más volvería a pintar cuadros, pero de repente pasó algo inesperado.
¡Los colores
comenzaron a regenerarse!
Empezaron a
moverse como locos de un lado para otro, dirigiéndose hacia el cuadro que ya
tenía preparado para comenzarlo, introduciéndose en él y pintándolo todo, hasta
que finalmente salieron corriendo y se perdieron de su vista.
Habían dibujado
un precioso árbol.
Martina vestía
como siempre su traje de pintar y en su bolsillo guardaba un pincel, pero le
faltaba su pintura mágica.
Como estaba al
lado del cuadro a Martina se le ocurrió la idea de coger la pintura del árbol
del cuadro, que aún no se había secado y rápidamente dibujó un platillo volante
y se montó en él; pero se encontró con un gran problema, el de que habían
tantos botones que no sabía cómo funcionaba.
Entonces pensó,
que como se trataba sólo de un dibujo la solución estaba en que podría borrar
todos los botones y así lo hizo. Eso sí, dejando sólo dos botones, el de la
marcha y el de la parada.
Martina se lanzó
a buscar sus colores, pero la tarea iba a ser un poco difícil, porque estos
estaban escondidos.
Aunque algunos,
por ejemplo, estaban dándole color a las flores en el parque y otros estaban
arriba de las nubes, dándole color a un Castillo de las Hadas, la mayoría de
ellos se encontraban escondidos en los lugares más insospechados.
Finalmente,
Martina, que era muy despierta, los encontró, se las apañó para reunirlos y
habló seriamente con ellos, para poder seguir pintando y crear cuadros mágicos.
Consiguiendo por
fin, con mucho trabajo que se fueran con ella e hizo Martina con su estupenda
ayuda magníficos cuadros supercreativos y también de extraordinaria fantasía.
Y COLORÍN,
COLORADO, los cuadros de Martina vuelven a estar coloreados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario