Entrega
nº 5
“Ya va siendo hora de que los peques
nos vayamos a la cama, ¡Hale!”
Los que ya tenemos más que algunos
añitos, seguro que no nos hemos olvidado de esta frase.
Eran las ocho de la tarde justamente
cuando los componentes de la familia Telerín, Cloe, Teté, Maripí. Pelusín, Colitas
y Cuquín, invitaban, apareciendo en las pequeñas pantallas de la televisión
española, la mejor de nuestro país, porque sólo existía una, para que la gente
menuda, dejara de verla y se preparara para dormir.
¡Cualquiera tiene ahora el atrevimiento
de lanzar a algún peque este mensaje en la actualidad!
Y desfilando con un gracejo
maravilloso, no exento de marcialidad, otorgado por los famosos dibujantes que
el dieron vida, que no eran otros que los hermanos Moro, José Luis y Santiago,
terminando cantando aquello de “Vamos a la cama, que hay que descansar” y con un Cuquín que se salía de la pantalla y que hábilmente era atrapado por su
hermana mayor, Cloe.
Pronto se hizo famosa esta prole en
nuestros hogares; bueno, sobre todo en aquellos que contaban con televisión,
que no eran todos.
Como señalé anteriormente habían creado
a estas ricuras de niños los hermanos Moro, que pronto se convertirían en una
pareja destacada en el mundo de la animación del cine y de la televisión; así
como de la publicidad, trabajando principalmente en Madrid, Barcelona, Lisboa y
en la cuna de esta actividad, en los EE.UU. Consiguiendo a lo largo de su vida
tres Palmas de Oro en Canne, dos Platas en Venecia y más de un centenar de
premios internacionales.
Los que ya andamos con muchas
primaveras a nuestras espaldas y además de estar a gusto en este mundillo,
disfrutamos con muchos spots publicitarios, como el del Cola-Cao, el de la
quina de San Clemente, que con la de Santa Catalina, cuando éramos unos
chavales nos daban con un huevo, yema y clara, sumergidas en ella, en el mismo vaso
Otro de los grandes éxitos de José Luis
Moro fue el de la creación de la calabaza más televisiva del mundo, con
multitud de reproducciones, la conocida como “RUPERTA” y una de las
protagonistas de aquel concurso que no nos perdíamos ni niños ni mayores, del “Un,
dos, tres…”, a la que ponía voz el insigne y también creador Narciso Ibáñez
Serrador.
Igualmente se atrevieron, con el mismo
éxito, con la producción de programas de variedades, con las cabeceras animadas
de dos películas de Marisol, con la producción de otras protagonizadas por los
Bravos; así como la serie animada de Cantinflas y hasta algún que otro
largometraje.
Todo ello los llevó a convertirse, sin dudas,
en una pareja inimitable, principalmente en el mundo de los dibujos animados.
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