Entrada nº 3
Durante los años 40 y 41 la suerte e
sigue acompañando respectivamente con DUMBO Y BAMBI.
Fue en la siguiente década, tras
superar momentos difíciles cuando recibió un crédito del Director del FBI, J.
Edgar Hoover, de un millón de dólares sin intereses que le permitieron realizar
obras inmortales como LA CENICIENTA (1950), ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
(1951), PETER PAN (1953) y 20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO.
Encontrándonos en la realidad con otro
de sus grandes sueños, el Disneylandia, parque de atracciones construido en
California, para que sus empleados, en principio, y sus respetivas familias
pudieran divertirse en sus ratos libres y que terminaría abriéndose a todo el
público, con gran reconocimiento en todo el mundo.
Walt Disney, este gran monstruo de la
animación, fallecía en 1966 y hasta en torno a su muerte siguió viva su
leyenda, apuntándose por algunos influyentes medios que fue criogenizado antes
de morir e introducido en una cámara y congelado a baja temperatura, para que
cuando la ciencia avanzara lo suficiente fuese resucitado y curar su terrible
enfermedad, un cáncer de pulmón.
Lo que nadie podrá negar es que todas sus criaturas permanecen bien vivas y que siguen haciendo las delicias de la gente menuda y de muchos, por qué no señalarlo, mayores.
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