Entrega 6. Escrito 19
HACER DAÑO POR HACERLO
En Costa Ballena, donde parece que el nivel educativo y económico de los
residentes debe ser alto, comparado con otras zonas marginales del país, con lo
que podemos eliminar a grandes sectores de la población que, por falta de
educación y muy débil economía, es comprensible, aunque no aprobadas, acciones
que se apartan de lo normal, que no sirven para nada, que no benefician a nadie
y que, al final de todo esto, crean indefensión en los ciudadanos.
El
tema elegido para ser comentado por este modesto escribano carece de actualidad
para la mayoría de mis paisanos “balleneros”. Hasta podía parecer una
frivolidad con lo que nos está cayendo encima. Pero para el “doliente”, en este
caso el que escribe, es lamentable y de sobrada actualidad. El pasado lunes, al
coger el coche aparcado frente a la cochera de la Residencia Bahía de la Luz,
donde tengo un apartamento, descubro que el espejo retrovisor izquierdo, cuelga
destrozado, machacado, sin ninguna señal de golpe en el vehículo, por lo que
deduzco que algún “gracioso”, para no aburrirse, destapó su frasco de mala uva
y la descargó sobre el inocente vehículo. Tenía cita para unos análisis
clínicos, con cuidado y la atención recomendable, nos desplazamos sin dejar de
acordarnos del “cobarde” que, con nocturnidad y alevosía, nos eligió, sin
conocernos, para satisfacer sus malas intenciones. ¡Pobre demente!
Hace unos días han iluminado todo el paseo litoral de Costa Ballena con
modernas farolas. El motivo de tal actuación es que, estos “valientes
personajillos” habían acabado, a patadas limpias, con casi todas las luminarias
de suelo existentes en el citado paseo. Cabe preguntarse, si esto ocurre en una
de las mejores urbanizaciones de la costa andaluza, con su preceptiva empresa
de seguridad, qué puede ocurrir en lugares deprimidos, en suburbios, en
cerrados bunker, en barriadas abandonadas, en inhumanos arrabales, en los
mundos de la droga y en un largo etcétera de negada supervivencia.
Lo mío se arregla con unos cientos de euros. Lo demás es negra historia
imposible de arreglar.
Existen medicinas para sanar casi todo, inventada y fabricada, negocio
aparte, por el hombre. ¿Podrá, este hombre u otro capaz de acabar con todo o
parte de aquello que huele a maldad?
Soñar no cuesta, pero no dudemos en que el azar nos puede elegir en sus
“fechoría” menores o mayores, como protagonista.
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