Entrega 1, Escrito 8
¿POR QUÉ TE ESCONDES, PEDRO?
Pedro, el “insómnico”, el que perdería el sueño si se unía a su enemigo Iglesias, de verdad, no duerme, con lo que le ha caído encima, con lo que le caerá dentro de un rato y con lo que le ha de caer en un futuro. Y mientras, Iglesia, azote de la Iglesia, enemigo furibundo de Amancio, amigo de Maduro, ocasional enchaquetado, eficaz saltador de cuarentenas, adalid de los rancios populismos, se regodea con considerar que todos los dineros de los españoles son públicos y que, él, como jefe de lo público, lo manejará a su antojo, con el permiso de su mujer. ¡Vaya par de dos!
Volviendo al primero, a Pedro “el guapera”, el que no distingue verdades
y mentiras, el que donde dijo, dije, dijo diego, el que siempre encuentra
culpables de todas sus carencias, el que todo lo abarca, pero apretando poco o
nada, el que mañana, cuando salga el sol de verdad, se creerá que todo lo bueno
lo hizo él, el chamán salvador, me gustaría hacerle unas preguntitas, sin pasar
por el tamiz de la actual censura previa impuestas por los salvadores
progresistas. Preguntas como éstas: ¿Qué diferencias existen entre la crisis
del “ébola” (mal sufrido sin mortandad) y el “corona virus” (con cifras de
fallecidos que asustan)? ¿Sientes ahora rubor, sofoco, sonrojo por las
miserables palabras lanzadas contra Rajoy, como culpable del “ébola”? ¿A qué
cifra de muertos, en la que podría verme inscrito mañana, tendremos que llegar
para reconocer personal y públicamente algunos de los muchos errores cometidos
por usted y por los “suyos”? ¿Cómo quedará catalogado, en su particular
calendario histórico, el pasado 8 de marzo, día de qué…? ¿Día del feminismo
progresista o día del contagio universal? Y, de momento, una última pregunta
¿Cómo piensa pasar a la historia del pueblo español? Aquí no valen las
mentiras, los cuentos, las argucias políticas, las excusas y demás zarandajas.
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