Entrega 2. Escrito 1
MAIRENA HIZO SU FERIA
No
hay quien pueda con ellos, en lo tocante a su FERIA, Mairena y los maireneros
son punto y aparte. No se trata de darle coba a los vecinos (hoy bien avenidos,
superados viejos y enconados tiempos) ni de colocarlos en los altares o en los
infiernos. Se trata simple y llanamente en darle al Cesar lo que es del Cesar y
a los maireneros lo que es de los maireneros. Aunque, en la viña del Señor hay
de todo: quienes ven, escudados en el “coronavirus”, que estos maireneros se
están pasando uno y más pueblos, y otros que consideren que no hay
“coronavirus” capaz de robarle su FERIA, Fiesta Mayor y Primera.
En estos días de confinamiento, de maligno encierro, estamos viendo,
soportando y participando en toda clase de manifestaciones públicas, serias,
emotivas, balcones convertidos en palcos sobrados de palmas homenajeando a los
que tanto están luchando por todos nosotros, mini conciertos, felicitaciones y
un largo etcétera de reconocimientos.
Todo ello aplaudible y valorado por todos aquellos, españoles anónimos,
que estamos padeciendo esta “pandemia china”. Hasta que despiertan y aparecen
los hiperbólicos “sentimientos feriantes” de los vecinos de Mairena (Dicho esto
con el mayor de los respetos y la más sana envidia de un visueño, no viseño) Y
las casas, por arte de “birlibirloque”, por puro encantamiento se convierten en
pequeñas casetas de feria, y sus moradores, sin complejos, en auténticos
feriantes. Y no faltan los farolillos, los mantoncillos, las flores, la
manzanilla, el rebujito, las gambas, las sevillanas, las palmas, el guitarreo,
las ganas de pasarlo bien y todos aquellos elementos que constituyen la esencia
de la FERIA.
En estos momentos de penurias, de miedos (rayando en pánico) de pesares,
de encierro, es bueno un poco de aire fresco, de alegría, de imaginación y,
sobre todo, de sacudirnos esta maldición.
¡Oles por Mairena y por sus gentes!
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