Domingo, 19 de mayo de 2019.
A 5 días de las BODAS DE ORO.
ABDUCIDO POR LA CRUZ. SALMOS DE GRATITUD.
En el caso de los visueños, nos son extraterrestres los
que lo raptan, los que los abducen para su investigación anímica y corporal. En
estos días de mayo, los habitantes de los alcores tienen una especial
preferencia, la de ser ABDUCIDOS por una sencilla y, a la vez, gloriosa CRUZ,
de verde romero o de hierro forjado.
El
ser ABDUCIDO por el simbólico viejo madero de la crucifixión en su formato de
festiva CRUZ, es aceptado como obligado y celebrado dogma o precepto a cumplir
una vez al año, por estas fechas. El ser ABDUCIDO por la CRUZ obliga a los
vecinos de estos alcores a levantar una bonita y efímera ciudad en la que no
falta de nada, buen comer, buen beber, diversión y, sobre todo, destacada
convivencia. El ser ABDUCIDO por la CRUZ obliga al vecino a afinar sus voces
para cantar SALMOS de gratitud, sevillanas de siempre, cantos de todo los
tiempos. El ser ABDUCIDO por la CRUZ impone a los vecinos de estos lares a
practicar con arte o buenas intenciones nuestros bailes populares. El ser
ABDUCIDO por la CRUZ te obliga a tener tu Caseta (casa de cada día) abierta de
par en par al visitante, al amigo, al familiar, al conocido. El ser ABDUCIDO
por la CRUZ te da la oportunidad de practicar, sin remilgos ni aspavientos, la fama bien
merecida de pueblo acogedor. El ser ABDUCIDO por la CRUZ te obliga a
vivir en una casa de vecinos, con puertas siempre abierta, exenta de intimidad,
con juergas hasta altas horas de la madrugada, con músicas que no entienden de
decibelios y con alguna que otra “reyerta”. Todo ello es lo que conlleva el ser
ABDUCIDO por la CRUZ festiva de este Alcor nuestro que cada mayo se instala un
rato largo en la TABLÁ y en los corazones de los visueños (Dando, con todo
respeto, a los que no les gusta esta Fiesta, la oportunidad de disfrutar de
unos días en hoteles de la playa o de la sierra, con la correspondiente
pulserita de “todo incluido”)
Las campanas de los alcores tocan a fin de Fiesta. Ya casi huele la
pólvora de los fuegos de artificios que cada año asumen el papel de vistoso y
sonoro epílogo. Y solo nos queda el triste, solemne y silente grito de “A CRUZ
PASADA, CRUZ ESPERADA” y a contar días sin olvidar que la próxima nos llegará
un día más tarde por ser bisiesto el 2020.
Portada de las Fiestas de la
Santa Cruz del año 1971 (hace la friolera de 48 años) que tuve el honor de
diseñar, para la inauguración de las Fiestas visueñas en el, hoy, Parque de la
Constitución.
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