Miércoles, 15 de mayo
de 2019.
“NOCHE DEL PESCAITO”
DE LAS FIESTAS DE LA SANTA CRUZ DE EL VISO.
A 9 días de las BODAS
DE ORO.
NUEVE
BIENAVENTURANZAS (VII) Y NUEVE PIROPOS DE FERIA.
BIENAVENTURANZA
SÉPTIMA
Bienaventurado
aquel,
que
recubre sus escritos,
con
piel de viejo romance,
como
juego divertido,
y
dan gloria a los poetas
que
hollaron estos caminos,
como
juglares de siempre,
como
trovadores vivos,
amantes
de la palabra
y
de los versos amigos,
de
la lírica sonora,
de
los cantos y los himnos.
Bienaventurado
vate,
delirante
enloquecido,
que
muere por componer,
bello
romance a su Viso,
aunque
los aires modernos,
lo
tilden de bardo antiguo.
LA VÍSPERA DE UN GRAN DÍA
La víspera de un gran día
trae regustos de estreno,
racimos de hondos suspiros,
legiones de cosquilleos,
y, en el correr de sus horas,
en el engullir del tiempo,
en corazones y mentes,
anidan desasosiegos,
y afloran, a ritmos locos,
mil olvidados recuerdos.
La víspera de un gran día
tiene de cielo y de averno,
es dudosa oscuridad,
es brillo de audaz lucero,
es inquieta melodía,
es calma de mar sereno,
y en el correr de sus horas,
en el engullir del tiempo,
es proscrito zafarrancho
que siembra dichas y miedos,
avíos para descubrir
desconocidos senderos.
La víspera de un gran día
es portal de libro incierto,
con páginas para escribir
en muy cercanos momentos.
La víspera de un gran día
es
papel que lleva el viento,
es ahogado suspiro,
es esperanza, al acecho
y, en el correr de sus horas,
en el engullir del tiempo,
es garabato atrevido
moldeado con anhelos,
es amanecer y eclipse,
es ocaso y nacimiento.
La víspera de un gran día
es obligado suceso,
es antesala, es prólogo
de feliz acontecimiento
y, en el correr de sus horas,
en el engullir del tiempo,
el caprichoso destino,
ventajista y cicatero,
guarda sus mejores cartas
para imponer argumento
en un señalado día,
repleto de aires inciertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario