Sábado, 13 de abril de 2019.
A 41 días…
EL CUMPLE DE
CLEMEN Y SU GATITA “”NEKO”.
Cumplir año es tarea fácil, solo hay que
tener paciencia y esperar un añito y, en ocasiones, por su catadura de
bisiesto, la condena se amplía a un año y un día. Con notoria añoranza
recordamos cuando fuimos niño, en apariencia, siglos atrás, como ahora, con
todos los adelantos modernos, uno de los entretenimientos que más ocupaba
nuestro tiempo, consistía en contar, marcha a atrás, los días que nos faltaban
para el esperado y especial día. Nos parecía que el tiempo se detenía o, al
menos, que ralentizaba su marcha. Y cuando llegaba el día y nos convertíamos en
el centro de nuestro pequeño universo, las risas fluían con extremada facilidad,
los nervios se desataban y los ojos se nos abrían de par en par al contemplar los
obsequios recibidos, independiente de la fragilidad y poco valor de los mismos,
ello era lo de menos. Si algún cumple recibíamos algún muy especial regalo,
ello se grababa para toda la vida en una de las mejores salas de nuestra
memoria para, con extrema facilidad, poderlo recordar.
Hoy escribo sobre el cumple de uno de mis
nietos, Clemente III, no por ocupar lugar preferente entre los 6 y medios
retoños “nieteriles” (palabreja recién inventada) sino por uno de los regalos
que ha recibido, antes de tiempo, por su imposible espera hasta el día de hoy,
13 de abril, día “oficial” de su cumpleaños. Con seguridad, éste obsequio,
eclipsará por bastante tiempo, al resto de regalos recibidos y por recibir y,
sin dudas, permanecerá por siempre, en lugar destacado de su ranking personal
de presentes. Se trata de una gatita siamesa nacida hace unos pocos días, una
auténtica preciosidad, un genuino peluche de carne y hueso, con ojitos azules,
como su dueño que, no sé si sobrevivirá a las carantoñas, caricias, arrumacos y
mimos recibidos por parte de su dueño, de su hermana Martina y de todos los
pequeños de la familia. Le han puesto de nombre “Neko” que según Martina
significa “gatita” en japonés.
Ojalá crezca con las atenciones y
cuidados de ahora y sirva para despertar en nuestros peques el cariño hacia los
animales y las obligaciones que su tenencia, demanda.
¡Felicidades, CLEMEN y no olvides que
“NEKO” no es un juguete, sino un ser vivo, como tú!
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