Lunes, 22 de abril de 2019.
A 32 DÍAS…
NO QUERÍAMOS SOPA,
PUES RACIÓN DOBLE, MAL CONDIMENTADA DESDE EL PRINCIPIO Y CON FALTA DE ALGÚN QUE
OTRO INGREDIENTE.
Dicen los voceros de la política,
pescadores en ríos revueltos, fabricantes de interesadas encuestas, que somos
millones de españoles los que todavía no tenemos decidido el VOTO, para las
próximas elecciones a celebrar el 28 de abril y menos aún, para las de mayo
florido y hermoso. Cursilería aparte, es mucho lo que hay en juego y por ello,
cuando “las cosas” no están claras, cuando el personal no se fía de las
promesas de campañas, cuando los “noes” se convierten en “síes” y viceversa,
cuando votas a uno y tu voto termina en manos y bolsillos de otro, cuando todos
los partidos ganan, incluso los perdedores y, como de costumbre, siempre
perdemos los mismos, cuando vemos impotentes la desintegración de España, cuando
al amparo de la libertad de expresión, todo vale, el personal DUDA con razón y
va retrasando su elección de VOTO hasta unos segundos antes del martirologio del
VOTAR, en que decides tirarte al ruedo de la votación o a pasar de ella.
Y por muy bien que nos los vistan y por muy
bonito y serio que nos los presenten, los DEBATES anunciados no servirán de
nada. El daño ya está hecho, el enfrentamiento es inevitable, los insultos
serán los reyes del momento, la palabrería será dardo y escudo de las miserias políticas
de los grandes partidos y nunca conseguiremos que los mejores gobiernen y que,
a la par, busquen lo mejor para todos.
Mañana, los cronistas oficiales, voces de
sus amos, en sus papeles de elegidos historiadores, nos hablarán de vencedores
y vencidos, de quién se llevó el gato al agua, de los momentos estelares del
circo del sol y de las tinieblas, del tamaño de las heridas sufridas por
algunos de los protagonistas en los incruentos rifirrafes, de tono y sabor
callejero. Y mañana, otra vez al ruedo. Los mismos protagonistas, los mismos
perros con los mismos collares, pero con distintos modos y maneras, según les
haya ido hoy.
Mañana, al tiempo que realice mi particular,
personal y subjetiva crónica del DEBATE de hoy, me permitiré, sin querer o
queriendo, mojarme y descubrir, sin dudas, el color de mi viejo “plumero”.
Postdata. Qué en
este experimento televisivo, si fuera posible, ganemos los españoles, pasando
de cabeceras políticas, de endiosados líderes, de números “unos”, de opciones
partidistas y de “eliminados”.
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