Miércoles, 24 de abril de 2019.
A 30 días…
EL ANTES, EL EN Y
EL DESPUÉS. MUCHA TELA QUE CORTAR PARA TAN LIMITADOS SASTRES.
Antes de entrar en
materia, me pregunto ¿Dónde están las “FEMINISTAS”, luchadoras por la igualdad,
entre hombres y mujeres? ¿Dónde guardaron sus protestas, sus cantos. sus
gritos, sus argumentos, al ver, en las teles públicas y privadas, cuatro varones,
aspirando a la Presidencia del Gobierno de esta incomoda España, y que podían
haber sido más si hubieran abierto el cupo de participación, y ni una sola mujer? ¿Dónde quedaron sus
reivindicativas palabras, en qué cama se durmieron los slogans de paridad? ¿En
qué piras de mutismo y silencio se han quemado los derechos a la igualdad?
Es una pena que un octogenario, bajo la cercana
sombra de los cipreses amigos, denuncie con dolor y contrito está flagrante
anomalía política. Amigas FEMINISTAS, si
impasibles visteis los DEBATES televisivos, si insensibles seguisteis los
mismos, si inmutables engrosasteis las audiencias y, por ningún lado aparecieron en vosotras,
reacciones de desacuerdo, de contrariedad, de disconformidad, en mal camino os
halláis.
Y ahora, al “grano”, que está a punto de
infectarse. Se repitió la misma historia del DEBATE anterior. Todos ganaron,
todos mostraron su satisfacción personal, Los cuatro “mosqueteros” tuvieron sus
momentos tontos y sus minutos de gloria. Los insultos y los malos modos, en instantes
concretos, campearon a sus anchas poniendo en cuestión la utilidad o no de
estos encuentros. No faltaron intercambio de regalos, libros, cada uno de ellos
cargado de bastante mala uva y de sobrado sarcasmo.
Quizás, como espectadores, nos falte “rodaje”
en este tipo de DEBATES, y a los protagonistas, les sobren argumentos falaces y
manifiesta demagogia aderezada con no muy convincentes palabras.
Del “ANTES” de los DEBATES, las
televisiones nos bombardearon sin compasión para no perdernos estos; en el “EN”,
pusieron todo su empeño, sin ahorrar gasto, en presentárnoslo bien bonito y muy
útil, y en el “DESPUÉS”, continuaron con la montada “fiesta” televisiva. Ambas
cadena pretendieron encadenarnos a sus intereses. Ambas lo consiguieron, cada
una a su estilo. Para mí, mucho rollo y poca manteca para el bollo.
Y al final que nos queda de estos “revoloteos”
televisivos. Nos queda la impresión de lo mucho que tenemos que aprender en
esto de los DEBATES. Nos queda el reconocimiento de la fragilidad y mediocridad
de los actuales líderes políticos. De este pecado podrán salir, son todos ellos
muy jóvenes y tiempo tienen para crecer, madurar y mejorar. Nos queda por comprobar
su labor pedagógica. Iluminando o no, a las legiones de indecisos que, en esta
ocasión, pueden inclinar la balanza de los votos hacia los cielos o hacia los
infiernos. ¡Ojalá, acertemos!
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