Lunes, 25 de febrero de 2019 a lunes, 4 de
marzo de 2019. DECANSAR EN MARBELLA, SI ELLO ES POSIBLE.
A 30, 60 o 90 días… para pagar la broma de una
segunda BODA, LA DE ORO.
Marbella, ese invento monstruoso, epicentro de
otros muchos inventos monstruosos sitos a su alrededor y continuación, entre el
oriente y el occidente Mediterráneo, en la actualidad hormiguero humano,
habitado o deshabitado, según época de máximos y menos máximos (nunca de
mínimos) con un comportamiento ocupacional de los espacios construidos, por
construir y Dios dirá hasta donde extenderá sus tentáculos vitales, y su
movimiento preocupante hacia un más allá desconocido. Las monótonas
construcciones urbanísticas, repetidas para abaratar los proyectos, en las que
predominan los blancos y los ocres, hermanadas con abundante vegetación de
tiempos ha, y los modernos espacios verdes de los más modernos campos de golf,
sobrados de “bunker”, pequeños estanques, surtidores y diminutos hoyos y
grandes arboledas. Las pintas de golfistas de un selecto número de practicantes
de este recién nacido juego o deporte, puesto en boga o moda por una élite de
nuevos o aparentes ricos. Ha sido, este emporio foco de entretenimiento, el
lugar escogido para pasar una semana con nuestros marbellís, amoldados, con
bastante esfuerzo, a tal territorio.
Emprendimos
el viaje después de calmar nuestro apetito en “Manolito”, nuestra segunda casa
alimenticia. Acordamos que condujera Rosa lo que me permitió tomar algunas
copas de más, de las permitidas por la benemérita.
Antes, cosa programada como de costumbre, preparación de las maletas y
bolsas y abundantes de viandas para los “pobrecitos” moradores familiares de
Marbella. ¡Qué no les falte de nada a los “Diegos”!
Tomamos el camino de la Vega, no en muy mal
estado, debido a los últimos arreglos realizados en el mismo. El viaje sin
novedad. Llegamos en noche cerrada. Alegre encuentro de todos en especial los más
pequeños. Acomodación, cena ligera, algo de tele y a descansar. Mañana, lunes,
será otro día, con nuevas vivencias y similares correrías familiares.
MARBELLA (2)
El tiempo, más cercano al verano que a la
próxima primavera, sin pizca de aire, luminoso, celeste cielo, con frescores de
salino mar, invitaba a pasear, aunque el desigual y desnivelado terreno, la montaña,
la Concha y el hondo valle a sus pies, frenaban tal ímpetu paseante.
Visto lo visto, montes, valles, vegetación, construcciones, mar, habitantes,
masificación, carreteras, crecimiento y demás variantes urbanas, todo ello en
plan bestia, podemos imaginarnos los pingües beneficios conseguidos en esta
Babel universal, por Don Gil y los suyos. No nos extrañan los paseos de los
billetes en bolsas de basura, Comprendemos la misericordia de “Puerto Banú”, la
compasión de la “Nueva Andalucía”, el caudillaje del Sr. Muñoz y sus doncellas,
la clemencia de los huidos y de los encarcelados. ¡Vaya paisaje y vaya
paisanaje! ¡Vaya tufo a podrido!
MARBELLA (3)
No vinimos a Marbella a contar lo incontable,
a deleitarnos con los “chanchullos” del por doquier y mucho menos a comprobar
como lo que se sale de madre, termina siempre mal. Vinimos a echar una mano y a
pasar unos días con la familia, aprovechando la vacacional “Semana Blanca” para
los estudiantes más pequeños.
En lo de echar una mano, cumplimos con creces,
sobre todo la “Peruanita”, Rosa, que, como de costumbre, se responsabilizó de
casi todo lo relacionado con las tareas domésticas. No sé de dónde saca tanta fuerza,
tanta comprensión, tanto darse a los demás, tanto saber y humildad para
aparentar el casi no hacer nada, haciéndolo casi todo. Y lo mejor, no para ella,
ni para nosotros, es acallar sus méritos y no darle importancia a su trabajo. ¡Quizás
no merezcamos tanto premio o quizás no lleguemos a valorarla como se merece!
Y encima, una apreciación personal y muy
subjetiva, la mayoría de las cosas y labores que hace, las hace bien. ¡Suerte
la mía!
Lo de pasarlo bien, cumplimos con nota. Sobre todo
los pequeños que, de momento, se quieren demasiado. Los mayores, sin esfuerzo,
también derrochamos eso que llamamos buenos sentimientos entre nosotros, con pequeños
rifirrafes, siempre justificables por su menudencia.
MARBELLA (4)
Estar en la Costa del Sol y no degustar sus “pescaitos”
es pecado y, en ocasiones hasta grave. Buscando un chiringuito cerrado,
encontramos otro, quizás mejor que el buscado. “La taberna de Lucía III”, así
se llama el susodicho enclave, situado cerca del varadero y del puerto
deportivo de Estepona.
Unos espetos en su punto y tamaño justo,
boquerones, calamares, puntillitas, ensalada y un arrocito de categoría, postre
y café. Menú satisfactorio en calidad, abundancia, servicio y precio.
Recomendable para cualquier amigo.
MARBELLA (5)
Día de Andalucía. Debía de ser la Fiesta
Grande de nuestra Tierra. ¿Por qué no lo es? Tendremos que preguntárnoslo y
tendremos que preguntárselo a los que nos gobernaron cerca de cuarenta años.
Nosotros a nuestra reunión familiar. Mañana en
el Club de Pádel de Villapadierna. Entreno de Alejandra y Diego, pertenecientes
al equipo de dicho Club. Los mayores comimos o mejor, picamos, en el
restaurante del club. Salmorejo y arroz, platos del día. Para los peques,
preparados de casa, bocatas de filetes empanados, zumos, frutas y yogures.
Ángel, Esther, Ángel, Martina y Clemente, se unieron al grupo, Su llegada fue
celebrada con vítores, gritos y abrazos. Del Club nos desplazamos a la playa
situada muy cercana. Anécdota a contar.
En el restaurante del Hotel del mismo nombre, pedimos y tomamos café, sin más,
al módico precio de 5,25 € cada uno. ¡Pobres o muy ricos los que estaban
comiendo en aquel local!
MARBELLA (6)
Diego y Silvia escogieron para celebrar el
cumpleaños de Ángel un chiringuito italiano situado en la playa, algo lejos de
su casa.
El día cambió con relación a los días
anteriores. Bastante aire y mar movida. Al final nos acomodaron en el interior.
Por invitación de Silvia vinieron dos amigos de ellos, conocidos nuestros de
las visitas anteriores.
Calamares, una carne en salsa, gambas al
ajillo, “risoto”, boquerones, una ensalada, pizas y postre, compusieron el menú a compartir.
Algo corto. Tarta y canto del cumpleaños feliz en los dos idiomas, español e
inglés. Protagonista, el “Angelito”, sopla que sopla para apagar la vela.
Ángel, Esther y Ángel (Junior) nos abandonan.
Se dirigen a Ronda donde tienen reservada habitación en el Hotel Catalonia.
Regreso al hogar. Termino el dibujo de Diego,
para la estampa de su Primera Comunión.
Vuelta a la acomodación primitiva.
MARBELLA (7)
Unas instalaciones públicas modelos en
Marbella. Pistas de tenis, de tenis de mesa, de pádel, de frontenis, de baloncesto,
de futbito, espacios infantiles y cafetería. Un ambiente muy bueno y varias
celebraciones de cumpleaños.
El árbol genealógico de Diego y Silvia y de
Clemente y Estela.
El arroz de los abuelos, estupendo. Repetimos.
El cumpleaños del amigo de Diego y la visita a
la casa Mercedes de automóviles.
MARBELLA (8)
Volver a hacer las maletas, actividad molesta
por oler a final de viaje, a despedida, a hasta pronto, sin saber cuándo será ese
pronto.
Macarrones para todos, gordos y flacos, con
queso y sin queso. Llantos de todas clases y tamaños. Despedidas de todas reglas.
Viaje de vuelta sin novedad. Martina y Clemen se
portaron estupendamente, ya piensan en repetir experiencia, pero con sus padres.
Los echaron mucho de menos.
Dentro de un rato la vida vuelve a su monótono
caminar. Los próximos acontecimientos familiares volverán a saltarse a la
torera la monotonía cotidiana y harán que la vida nos vuelva a parecer
diferente.
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