Martes, 19 de marzo de 2019. A 61 días...
Gran día para los José, los Pepe, las Pepa y
las Josefa.
¡FELICIDADES, HERMANO!
EL TIEMPO (II)
Hablar
o escribir del TIEMPO casi siempre resulta recurrente y, a la par, aburrido. Y
no es de extrañar que, sin quererlo, este monólogo se convierta en un ejercicio
de pérdida del mismo.
Desde
la más remota antigüedad el hombre, ajeno a sus manifiestas limitaciones, se
empeñó en controlar al incontrolable TIEMPO. Creyéndose, en muchas ocasiones,
conocedor de ÉSTE, por haber inventado unas temporales divisiones y unos
aparatos, llamados relojes, encargados de medir la brevedad de la existencia humana
y los agobiantes adelantos y retrasos de los hombres en sus quehaceres
cotidianos.
A
fuerza de usar y abusar de la palabra TIEMPO, la mayoría de nosotros, nos
sentimos dueños y dominadores del mismo, sin darnos cuenta de que, los
dominados, los súbditos y, en la más de las veces, los esclavos del mismísimo
TIEMPO, somos nosotros.
A
pesar de la inmaterialidad del TIEMPO y de su difícil asimilación y
comprensión, hemos creado a su costa un rico coleccionable de expresiones,
usadas con extremada ligereza, sin preocuparnos en profundizar en sus, a veces,
perversos contenidos. Al intentar descubrir y descifrar estas expresiones, nos
invade el aturdimiento, la incomprensión y también, por qué no, la diversión y
el entretenimiento.
Y
así, hablamos del TIEMPO PRESENTE, sin darnos cuenta de que ÉSTE, es un efímero
y alocado corredor de una continua y eterna carrera hacia el PASADO. Y, al
mismo tiempo, hablamos o escribimos del TIEMPO FUTURO, siempre inalcanzable y
que, cuando erróneamente creemos haberlo conseguido, se nos esfuma hacia un
añorado e irrecuperable PASADO.
Y
con frecuencia oímos y decimos: “Tengo poco o mucho TIEMPO LIBRE.” Como si
existiera otro TIEMPO, menos afortunado y que, por malo, lo tuviéramos
encarcelado. “Le robo TIEMPO al sueño.”
Como si el sueño fuera un almacén de buenas y sabrosas cantidades de TIEMPO. O
la expresión: “¿Qué TIEMPO tiene tu niño? Sin tener en cuenta que ningún mortal
sabe el TIEMPO que tiene. Ya que el TIEMPO vivido, ya no se tiene, ya fue
gastado. O aquella otra de: “Hace un TIEMPO de perros.” Referido al mal tiempo.
Y aquí convertimos el dicho de que el perro es el mejor amigo del hombre, en
una auténtica maldición perruna. O esta otra de: “En mi vida, he perdido mucho
TIEMPO.” Seguramente por no haberlo guardado bien o por ser un empedernido
gastoso de todo, incluido el TIEMPO.
Necesitaríamos
abundantes cantidades de TIEMPO para enumerar todas las expresiones temporales
existentes en la comunicación humana. Citaré algunas, ensartadas en una jugosa,
breve y jocosa retahíla de decires populares. Por ejemplo: Hacer las cosas a su
TIEMPO. Llegar a TIEMPO. A lo largo del TIEMPO. Levantar el TIEMPO. Al correr
del TIEMPO. Dar TIEMPO al TIEMPO. De un TIEMPO a esta parte. En TIEMPO de
Maricastañas. Matar el TIEMPO. Le faltó TIEMPO para contar algo. Meterse el
TIEMPO en agua. No tener TIEMPO ni para rascarse. Perder TIEMPO. Tomarse el
TIEMPO como viene. Y si no, al TIEMPO. TIEMPO muerto.
Aprovecho
este último ejemplo para descansar y pasar a enumerar las muchas clases de
TIEMPOS que nos acompañan en lo diario y familiar. Hay TIEMPOS climático o
meteorológicos, musicales y gramaticales. Hay TIEMPOS en los motores, en lo
deportivo y en lo informático. Hay nuevos y viejos TIEMPOS. Hay TIEMPO solar,
imaginario, real, sideral y físico.
Al
TIEMPO de agotar el TIEMPO de este monólogo, como otras veces, recurro a
recordar, a la manera de modesto Pepito Grillo de este querido Alcor, algunas
citas celebres que, sin duda, nos invitan a la meditación y nos ayudan a un
mejor aprovechamiento del TIEMPO que nos han regalado en esta breve vida. El
TIEMPO es querido como un gran maestro, lo malo es que el TIEMPO, poco a poco,
va matando a todos sus alumnos. Las horas, muchas veces, se hacen largas, y la
vida, casi siempre, se hace corta. Nadie podrá recuperar ni un minuto de su
pasado, por ello, es incomprensible que malgastemos tanto TIEMPO. Muchas veces
nos dedicamos a intentar matar el TIEMPO, pero, al final, ÉL nos entierra a
todos. Queramos o no, el TIEMPO FUTURO siempre actúa como el barrendero de las
ilusiones. Y para terminar, con la intención de que aprovechemos al máximo el
TIEMPO recibido, vivido y por vivir, la misma y positiva cita, plena de
sabiduría, de ayer y de siempre: HOY, 19 de marzo de 2019, día de los padres y
de los Pepe, estamos viviendo, como ayer y como mañana, el PRIMER DÍA DEL RESTO DE NUESTRA VIDA.
APROVECHÉMOSLO, COMO DIOS MANDA.
Estés
donde estés, “PEPITA LA MODISTA”, te felicitamos y te honramos en tu DÍA.
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