Lunes, 11 de marzo de 2019.
A 69 días...
SUEÑOS
Me adentro, como
otras muchas veces, en el olvidado diccionario para descubrir las entrañas de
la palabra SUEÑO y, como buen soñador encuentro, sin sorpresas y sin esfuerzo, varios
significados de la vaporosa, tenue y suave palabra que me ayudan a sacar
adelante el comentario de hoy. Sueño es el acto de dormir. Sueño es la representación fantástica de
sucesos o cosas, mientras se duerme. Sueño es ganas o deseos de dormir. Sueños
son proyectos, deseos y esperanzas.
Acostumbrado, como cualquier mortal, al sueño
desde siempre, desde la lejanísima infancia, a bien y mal usarlo, a abusar,
inconsciente, de él, me voy a permitir la licencia de clasificarlo. Hay: Sueños
infantiles, auténticos motores del crecimiento humano, lejanos pero no
olvidados; sueños juveniles, repletos de fructíferos conocimientos; sueños
imposibles, engañosos, amargos y dolorosos; sueños dorados, ilusionantes y
placenteros; sueños íntimos, particulares y secretos; sueños públicos,
necesitados de ser pregonados. Y un largo etcétera de sueños necesarios,
complementos de todas las vivencias humanas, de las complejas realidades, y que
nos acompañarán hasta que nos llegue la no deseada muerte, con el peor y menos
deseado sueño eterno.
Morfeo, el mitológico dios de los sueños, nos
invita permanentemente a estar en sus brazos para dormir, o a salir de ellos y
despertar. Morfeo, hijo de Hipno (el Sueño) y Nicte (la Noche ), fue el inspirador de
la morfina, principal alcaloide del opio. Bendita para marginados sufridores y
maldita para el resto de la humanidad. Morfeo, hermano gemelo de Tánato
(personificación de la muerte), nos dio clases sobre el sueño y nos enseñó, a caernos
de sueño, cuando no podemos resistirnos a su poder; a coger el sueño, como algo
que se pueda atrapar o cazar; a conciliar el sueño, como premio a una larga
vigilia; a descabezar un sueño y echar un sueño, como ejemplos breves del
dormitar; a vivir y enterarse de las cosas entre sueños o en sueños; a la
incredulidad del, ni en sueños; a la máxima preocupación que, nos quita el
sueño.
En el ejercicio de búsqueda permanente, me
encuentro con muchas citas sobre el sueño que me invitan a la reflexión.
Selecciono algunas con la intención de que me acompañen en este corto recorrido por los sueños. “Es importante que los hombres sueñen, pero más importante es poder
reírse de los sueños.” “Los hombres somos dioses cuando soñamos y mendigos
cuando reflexionamos.” “Se puede apresar y
matar al soñador, pero no al sueño.”
“Los hombres despiertos tienen un solo mundo, los soñadores tienen, cada
uno, su mundo.” “Estamos hechos de la misma materia que los sueños; por eso
nuestra corta vida termina en un sueño para siempre.” “Cada noche morimos y
soñamos; cada mañana nacemos y seguimos soñando.” Y termino este breviario de
citas sobre los sueños, con la que compendia todas las anteriores: “Si quieres
que todos tus sueños se hagan realidad, ¡DESPIERTA DE UNA VEZ!”
La
violencia engendra violencia; la paz genera paz; los sueños invitan a dormir.
Aún con el riesgo de algún que otro bostezo y alguna cabezadita oportuna, me
despido con un soñar despierto desde este modesto Blog, Calabuig2. Sueño con un
pueblo hermoso, limpio, cuidado, añejo y nuevo, bien construido y ordenado, con
sabor de pueblo y aroma sureño, con aires respirables, envidiados y envidiables.
Sueño con unos habitantes respetuosos, cultos, educados, solidarios, honrados,
emprendedores, con almas sureñas, enamorados y defensores de lo suyo en un
mundo de y para todos. Sueño con mayores ociosos, ocupados útiles y vivos.
Sueño con jóvenes cumplidores, con mejor preparación que la nuestra,
ilusionados e ilusionantes. Sueño con
una nueva y mejor hornada de buenos políticos. .Sueño con el pan suficiente
para todos. Sueño con reales y legítimas igualdades. Sueño con el positivo despertar de muchos, para bien
del género humano. Sueño,
como Calderón de la Barca, que la vida es sueño y le devuelvo a ella mis
utópicos sueños, con la fértil esperanza de que algunos de estos buenos sueños,
SE HAGAN REALIDAD.
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