Martes, 19 de febrero de 2019
A 96 días…
¿DÓNDE GUARDAMOS LOS SUEÑOS,
UNA VEZ QUE LOS SOÑAMOS? (Para los más pequeños)
Millones y millones, casi infinitas estancias,
hay, para guardar todo lo que se puede guardar, desde los objetos reales a lo
acabado de soñar, desde el pan de cada día hasta los sueños que nunca se
soñarán.
Estancias minúsculas y espaciosas de muros y
paredes finas, levantadas en los cielos o en los confines del mar, sobre las
rocas mas duras o sobre el frágil arenal, con hechura de castillo o del más mísero portal, con
aromas celestiales o de apestoso fangal.
Estancias llenas de arcones,de
archivadores, de cajas, de rústicos sacos, de baúles de cristal, fabricados en
la China o en los mundos del más allá, donde se cuecen los sueños mucho antes de soñar.
¡Quién fuera el afortunado de poderlas avistar,
de verlas y contemplarlas con los ojos del mirar, con los ojos de ver las cosas
hermosas, reales o por inventar! ¿Quién tuviera la fortuna, afortunado mortal,
de tomar de sus estantes un capítulo del libro del buen soñar!
Solo el inocente niño o la niña celestial
podrán visitar las estancias donde se guardan los sueños acabados de soñar. Sean
alegres sueños infantiles, pesadillas de terror, historias de viajes galácticos
o aventuras con Peter Pan.
Se durmieron las palabras, las palabras
del contar. Habrá que esperar nuevas horas para volver a soñar.
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