Lunes, 3 de diciembre de 2018.
A 171 días…
ANDALUCÍA, Y AHORA ¿QUÉ?
En la noche de
ayer, con algo de retraso, conocimos el resultado de las elecciones andaluzas.
Sanlúcar, feudo a destacar por su riqueza culinaria, por sus carreras de
caballos en la salinas pistas de la orilla de su playa, por sus vinos y por
otros muchos valores a destacar, fue la culpable del retraso informativo.
Retraso olvidado con prontitud por la llegada casi de “sopetón” de los primeros
datos, muy parecidos a los finales y definitivo. Las encuestas a paseo. La de
ABC, mejor no citarla y la del Sr. Tezanos, sumiso vasallo del Sr. Sanchez,
directamente a la basura. ¡Valiente batacazo! Sus vergüenzas quedaron al
descubierto con diáfana claridad? ¿Se puede ser tan caradura y parcial? ¡Cómo
para fiarnos de su hacer en próximas elecciones!
Resultados ya
conocidos por el respetable y ahora ¿Qué?
Difícil tarea
para los negociadores. Todos los candidatos quieren ser Presidentes de la Junta
de Andalucía. Unos por méritos propios y otros, por deméritos de los demás.
Susana, la chica buena de las elecciones que pedía a sus adversarios una
campaña limpia, sin insultos, ni descalificaciones, pide ahora a los demás, a
los partidos constitucionalistas, “sentido de estado”. Les recuerda, sin mucha
fe, que ella es la que ha ganado y que está dispuesta a “cambiar”, en sus
maneras y modos de gobernar. ¡Ja, ja, ja! Los que están dispuestos a cambiar, o
mejor, a cambiarla, son los que vienen detrás en la lista de más votados.
No entiendo, ni
falta que me hace, al sr. Ábalos, ni a Susana Díaz, ni a su presidente sr.
Sánchez, ni a ningún socialista, cuando nos avisan que “cuidadín” con la yuda
de VOX para materializar el “cambio” en Andalucía. Y olvidan que para “echar” a
Rajoy, en la moción de censura, negociaron y pactaron con independentistas y “golpistas” catalanes, con lo peor de
nacionlismo vasco y que recibieron la ayuda incondicional de los chavistas de
Podemos. Lo permitido para ellos es pecado capital, es antidemocracia, es
indignidad, para sus adversarios políticos. Lo peor de un político o de un dictador es creer que es eterno, que
todo es suyo, que los otros vienen a quitarle lo que le pertenece de y para
siempre.
Todos los
candidatos quieren ser Presidente. Oímos en la noche y en los grupos
“ganadores” gritos de ¡Presidente, Presidente …! Las caritas, espejos del alma
y de algo más, de unos y de otros, reflejaban su alegría y su frustración.
El Sr. Iglesias
y su corte celestial, no cesaron en demonizar a los de Vox, en incitar a los
perdedores a la lucha callejera, al resistir, a afilar las uñas y los dientes
para las batallas venideras. Y me pregunto ¿Quién nos protege de los de Maduro?
Al final, me
aburro del politiqueo faraónico y barato,
de lo por venir, de las esperas para nada, del machaqueo, del dale que
te pego, y solo me quedo tranquilo y satisfecho cuando, recordando a mi gran
amigo Cesáreo, lanzo a los cuatro vientos el eslogan de “Menos rollo y más
manteca al bollo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario