Miércoles, 5 de diciembre de 2018.
A 169 días...
PROMETO.
Después de
escuchar a los líderes políticos de todos los partidos, constitucionalistas o
no, al pairo de las elecciones andaluzas, después de oír las proclamas del sr.
Iglesias invitando a “tomar la calle”, después de comprobar el mosqueo
insultante de los socialistas por verse desalojados (todavía no) de su más
importante feudo, después de comprobar el cinismo del sr. Sánchez en la entrevista,
ayer, en la Cinco tv.,
PROMETO: Ante los dioses del Olimpo y el Dios verdadero,
no hablar, ni escribir, hasta el año próximo como mínimo, de política (con
minúscula por mérito propio) en este “juego” de la palabra comprometida a
llegar vivita y coleando al 24 de mayo de 2019 (grande y esperado día en el
calendario particular del que suscribe y escribe)
Se nos murió el
término “político” de tanto
malusarlo; se nos marchó el vocablo “política”
de tanto abusar de él; se nos olvidó la expresión “hacer política” de
tanto incumplir los prometido; se nos apagaron la ganas de “politicar” (practicar política) de tanto mostrenco, pollino,
borrico harto de coles, sueltos por los campos, pequeñas ciudades o grandes
urbes; se nos quitaron las ganas de
hablar y escribir de “política” por
aburrimiento, por sensatez, por cordura, por discreción, por falta de
confianza y por otros muchos motivos, imposibles de enumerar.
Y si no
cumpliera lo prometido, mereceré el castigo de destierro a los campos del
deshonor y del olvido para siempre por parte de los pocos seguidores que se
asoman a diario a este intranscendente BLOG. Castigo que cumpliré como merecido "incumplidor" de lo
prometido.
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