Lunes, 24
de diciembre de 2018.
A 150
días…
LA ZAMBOMBA DE EL VISO.
Ayer,
noche, tuve la fortuna de disfrutar de la “Zambomba de El Viso”, gracias al
trabajo, al buen hacer y compromiso de un grupo de jóvenes visueños, empeñados
desde hace algunos años en alegrarnos las Navidades, con sus conjuntadas voces
y su personal manera de interpretar villancicos tradicionales o villancicos nuevos
recién horneados.
Supieron
escoger un cuarteto de jóvenes, piano, violín, guitarra y percusión, para
complementar las gratas voces del coro visueño y también supieron mudar, como
en años anteriores, esfuerzo y arte por bienvenidos euros destinados íntegramente
a Cáritas y otras entidades benéficas, empeñadas en aminorar las carencias de
muchos desfavorecidos. ¡Felicidades!
Lástima
que la limitada capacidad de la Casa de la Cultura, impidiera una mayor presencia
de público, a pesar del esfuerzo realizado por los protagonistas de este evento,
ejecutando varios pases diarios y varios días, en estas fechas navideñas.
El “Silverio”,
personaje visueño bien conocido, complementó con su baile, algunos de los
villancicos interpretados.
Las acopladas
voces, el correcto ritmo de las palmas, la grata sonoridad de los instrumentos
musicales, la naturalidad y sencillez de este joven grupo visueño y la
presencia efectiva de un público entregado, nos confirman la esperanza de una
continuidad, con segura mejoría, para años venideros. ¡Así sea!
Qué mejor,
para terminar esta breve reseña, que hacerlo con un nuevo villancico.
(Recitado)
La noche se hizo canción,
sueño de noche alcoreña,
y en el sueño descubrimos,
muy cerquita de la Vega ,
una cueva milagrosa
y una deslumbrante Estrella.
por la orilla de la Muela ,
un portalito, un establo,
una posada, una cueva.
En esta Cueva chiquita,
establo de un par de bestias,
un viejo y tranquilo buey
y una mulita algo terca,
un Lucerito ha nacido,
Hijo de una Nazarena
y de un noble Carpintero,
dueños de la Nochebuena.
La noche se hizo canción,
cántico de Nochebuena,
escogido villancico,
que un orfeón de estrellas
de suaves y dulces voces,
esparció sobre las tierras,
sobre los aires, las aguas
de esta Judea alcoreña,
Belén de aromas sureños,
a la orilla de la Vega.
Villancico
donde viven las estrellas,
la noche se hizo canción
donde juegan las estrellas,
y sus notas, desde el cielo,
bajaron hasta la Vega ,
con aires de villancico
para la noche alcoreña.
En las puertas del Alcor,
canta tú, noche morena,
una nana de colores
para que el Niño se duerma
y sueñe con los Alcores
toditas las Nochebuenas.
de romero y yerbabuena,
la noche se hizo canción
de azahar y de canela
y sus aromas entraron
por ventanas y cancelas,
perfumando los Alcores
la noche de Nochebuena.
En las puertas del Alcor,
canta tú, noche morena,
una nana de colores,
para que el Niño se duerma
y sueñe con los Alcores,
toditas las Nochebuenas.
La noche se
hizo canción
de piñonate y de almendra,
la noche se hizo canción
de pestiño y miel de abejas,
y sus sabores buscaron
recintos, ricas bandejas,
para endulzar los Alcores
las fiestas de Nochebuena.
En las puertas del Alcor,
canta tú, noche morena,
una nana de colores,
para que el Niño se duerma
y sueñe con los Alcores
toditas las Nochebuenas.
¡BIENAVENTURADOS LOS QUE CELEBRAN LA NAVIDAD Y
BIENAVENTURADOS, TAMBIÉN, LOS QUE NO LA CELEBRAN!
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