Sábado, 13 de octubre de 2018.
A 222 días…
VIAJE A LONDRES DE LOS PALMA – GONZÁLEZ.
Los años pasados en la City, sin duda, marcan para siempre y si no fuera
así, pregúntenle a las familias Calabuig – Ávila o a los Palma – González.
Allí, durante su larga estancia, tuvieron la oportunidad de conocer y
vivir la dureza del trabajo, la
separación de la familia, el aislamiento de los amigos, la adaptación a todo,
nuevo idioma, diferentes comidas, muy diferentes hábitos y costumbre,
desajustes de horarios y un largo etcétera de inconvenientes cotidianos de
mayor o menor entidad.
Hoy, desde la distancia, desde el gozo de haber vuelto a su terruño, de
haber recuperado la facilidad de oler de cerca a los amigos y a los familiares,
de compartir con ellos lo bueno y lo menos bueno, se alegran de un pasado que
los enriqueció y los forjó como mejores personas.
Y
por lo anterior, comprendo que José Mari se desplace a Londres, con Elena y su
pequeña Emma, a correr una carrera urbana de las que tanto proliferan hoy en
día. Bonita y deportiva excusa para volver a la capital londinense y pasar unos
días en el barrio y la vivienda ocupada antes de regresar a Sevilla.
Y
comprendo que Ángel y Esther sigan “atados” a su Londres, a la gran ciudad que
dejaron sin dejar de admirarla y quererla. Y
mantienen su London Oportunity, sus
lazos adquiridos con el beneplácito de
su doble nacionalidad, conseguida con no pocos esfuerzos.
Y
comprendo que Elena, extremada madre con su pequeña Emma, con algo más de un
año, la monte en un avión unas pocas horas, para resucitar recuerdos de un
pasado no muy lejano y todavía no olvidados. Y a su vuelta reflejen en sus
rostros pizcas de sincera añoranza y no dando por perdida la esperanza de
volver a repetir la visita.
Encontrándome entre los abducidos por Londres, no por los ingleses,
termino con un sencillo poema dedicado a la sin par ciudad, escrito después de
uno de los viajes realizado a la misma.
LONDRES A BOTE PRONTO
Londres, ciudad encantada,
esquina
del universo,
paradigma
de la prisa,
arquetipo
de lo extremo,
techo
de todas las razas,
donde
nadie es forastero,
ciudad
de la realeza,
de
hombres libres y plebeyos,
escaparate
de todo,
señora
de los respetos,
amante
de un grande río,
dama
de muy altos vuelos,
solar
de los magnos parques
y
de los regios museos,
avivados
con reliquias
esquilmadas
a otros pueblos,
guardiana,
en sus entrañas,
de
un sobrehumano hormiguero,
rica
y hermosa ciudad,
repleta
de monumentos,
vitrina
indisoluble
de
lo malo y de lo bueno,
babel
de horas presentes,
enamorada
del negro,
experta
conjugadora
de
lo arcaico y lo moderno,
defensora
de lo suyo,
señorona
de estos tiempos,
exuberante
criatura
que
enamora al viajero.
Abril de
2009
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