Miércoles,
31 de octubre de 2018.
A 204
días...
PRIMER ASALTO EN VILLA JAVIER.
El maldito
camino fue responsable de que no durmiera a gusto y que tuviera alguna que otra
pesadilla en los momentos que conseguí vencer al sueño.
La vida sigue y
hasta el domingo, que regresaremos a casa, trataré de quitarme de encima la
“maldición” del caminito.
Como en otras
ocasiones y en otras casaS rurales habitadas con anterioridad, soy de los
primeros en levantarme y de los primeros en dirigirme a la cocina para ayudar a
preparar el desayuno que, cada uno, hace a su aire. Desde hace algún tiempo, en
mi caso, el desayuno se ha convertido en la comida preferida, la que hago con
mayor deleite. Una vez cumplido el ritual del desayuno me acerco al ordenador
para realizar la tarea del día.
Una llamada no
esperada y una buena noticia. Teresa Mora me llama y me comunica que ya ha sido
publicado su importante y serio trabajo sobre la Semana de Teatro Infantil
de El Viso del Alcor, en la magnífica revista digital Don Galán (considerada la
mejor de España en la temática de teatro) Esperaré a recibir y leer el
contenido del trabajo para emitir un juicio sobre el mismo.
La estancia en
Villa Javier divide a sus moradores en “valientes” y “cobardicas”. Los
valientes son los que se atreven a bajar al pueblo vecino de Sayalonga a pesar
de la mal llamada carretera entre ambos puntos, y cobardicas somos los que nos
resistimos a bajar hasta que, el domingo próximo, lo hagamos por la obligación
del regreso a casa.
Las mujeres
ocupan la mayor parte de su tiempo libre, que es mucho, en largas partidas de
cartas de “continental”, en las que son verdaderas expertas y en preparar lo
relacionado con la alimentación de las huestes sevillanas y visueñas,
quedándoles tiempo para mantener viva la costumbre de hablar y hablar sin
mesura, ni recato, en elevada voz, de todo y de todos. Los hombres, seguimos envueltos
por el pecado del fútbol principalmente, las partidas de dominó, las cabezadas
reparadoras y, de vez en cuando y en menor grado, las educativas charlas sobre
política nacional, sobre la esperpéntica situación de nuestra querida “patria”
y los papelitos del gobierno, de la oposición, de los independentistas, de los
empresarios, de los sindicatos y demás sectores decisorios de la actual
España.
Lo más
importante de nuestros periódicos retiros a las casas rurales es, en la
madurez, ejercitarnos a tope en la convivencia, crecer en el goce y disfrute de
la amistad y aislarnos, por temporadas cortas, del mundanal ruido con sus
sobradas dosis de estupideces, de irracionalidades y de no deseada rutina
cotidiana.
Y, este
mostrenco que escribe, en su papel de caduco eremita, de aburrido ermitaño y de
enamorado de las casas rurales, cae, en múltiples ocasiones, en la tentación de
dar ejemplo con su corta palabra de viejo juglar, como amante del sesteo y del
aburrimiento, sin más. Por ello, me condeno a mi mismo, al silencio creador y
reparador.
Me largo por el
foro, hasta mañana.
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