Martes, 5 de junio de 2018.
A 353 días…
Los
RETOS, siempre vienen acompañados de incertidumbres, de bastante trabajo
forzado y de darle a la vida y alrededores
pequeñas o grandes dosis de novedades, de sorpresas y de gratificantes
experiencias.
Los RETOS, callados, silentes, sin alardes propagandísticos, pueden
alcanzar una efímera gloria, si llegan a la meta propuesta o perseguida; o
pueden perderse en el fatídico fracaso, si no alcanzan los objetivos
propuestos. Por ello, cuando uno se embarca en un RETO debe estar bien
plantado; debe tener madera de ganador; debe andar sobrado de fe y autoestima;
debe no amilanarse ante las seguras dificultades por llegar; debe sentir, sin
ambages, el orgullo de cumplidor y debe conocer bien, sin titubeos, los caminos
o las sendas a seguir.
Los RETOS, mayores o menores, rompen tabúes, derriban murallas, abren
puertas y, sobre todo, desmitifican conductas de obediencia y sumisión. Los
RETOS andan sueltos a la espera de encontrar atrevidos humanos que, sin temor,
los asuman y los pongan en práctica.
Hay
RETOS lógicos y RETOS incomprensibles; hay RETOS sencillos y fáciles de
cumplir, y RETOS costosos, infernales o
diabólicos. Interminable sería hacer clasificaciones de los mismos. El tratar
de construir un catálogo de ellos sería uno de los mayores RETOS por hacer y dudo de que alguien lo
logre.
Hace unos días (365), justo un año antes
de cumplir las BODAS DE ORO, me propuse el RETO de escribir cada día,
una breve reseña de actualidad o un
sencillo comentario sobre cualquier asunto o un caprichoso corto relato o lo
que se me ocurra delante de mi gran amigo el ordenador, acompañado, en
ocasiones, por unos humildes poemas, casi siempre en forma de romance. Este
RETO es la repetición de otro similar o muy parecido, realizado en la gestación
de nuestro libro de poemas “365 y una poesías” publicado hace algunos años
gracias al mecenazgo de nuestro amigo Alfonso.
Espero cumplir satisfactoriamente el RETO y le pido al tiempo, a las
enfermedades, a la nunca deseada incapacidad y a otros avatares maléficos
destructores de la vida, me den una tregua para completar la tarea que
constituye la esencia del RETO propuesto. ¡Así sea!
MI ÚLTIMO RETO
Retar al mundo yo quise,
con palabras de estos tiempos,
dibujando, sin premura,
racimos de nuevos versos,
que me permitan contar
la actualidad, los sucesos,
lo inventado y lo real,
de todo un añito entero.
Como juglar bien maduro,
versado en cumplir los Retos,
mañana y tarde me ocupo,
como escribano sereno,
en darle forma y textura
a lo que estoy escribiendo
sobre la vida enredada
en furtivos recovecos,
que los tiempos nos regalan,
convertidas en pan nuestro.
Los Retos son criaturas,
que buscan aire y silencio,
aire para respirar,
para cumplirlos enteros,
silencio para rumiarlos
sin abrir puertas al viento.
Los Retos tienen madera
de puntales firmes, recios,
que pronto se desmoronan
si hubiesen incumplimientos.
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