lunes, 8 de octubre de 2018

Al rescate de Calabuig 2




Lunes, 4 de junio de 2018.
A 354días…


Ayer, bien tarde, se apagaron los ecos festivos de un invento musical y gastronómico, celebrado en el Parque de la Constitución. La organización de la ocurrente propuesta estuvo a cargo de los hermanos Prada, hijos de Paco, Nolasco, Paco II y  un amigo de ambos. El primero de ellos, Nolasco, entregado de lleno a la música, como cantante solista, autor de muchas de sus canciones, con varios discos en el mercado,  moviéndose con cierta fortuna en el difícil campo de la promoción y venta de este tipo de artículo  y en lo de celebrar múltiples “bolos” (como llaman ahora) o actuaciones en salas y  fiestas locales. Al margen de los lazos de amistad, recuerdo con cierta frescura al Nolasco niño, espabilada criatura vendiendo a sus convecinos los billetes de la Once, ya caducados para obtener algunas pesetillas.
Despierto y buen alumno en el Colegio, sin alcanzar la notoriedad de su  hermana Caro. De Paco, ¿qué decir? Su gran cuerpo lo delata como buena gente, no le faltan recursos, heredados genes de los “Confite”, para la supervivencia. Del otro socio organizador, por desconocimiento, no puedo, ni debo dar ninguna personal pincelada, aunque sigo el refrán de “Dios los cría y ellos se juntan”.

     El Ayuntamiento, me figuro, colaboró eficazmente en el evento y, sin tardanzas, reparará con prontitud el estropeado césped y los daños causados en nuestro parque y  realizará la correspondiente limpieza del mismo.


     Hacía tiempo no veíamos tanta animación, tanta participación de mayores y pequeños en un evento festivo local. Los diferentes puestos de promoción de empresas, de recreativas actividades para menores, el atractivo e incansable “trenecito”, los castillos flotantes, las abundantes rulot de venta de comida rápida de influencia americana o centro europea, contribuyeron, sin duda, al éxito del variopinto “festival”. Las actuaciones musicales de los diferentes grupos fueron seguidas con más o menos interés por sus respectivos “fans”, sirviendo de música de fondo para el resto de mortales asistentes en cada momento. Desconozco los beneficios materiales o económicos para los organizadores. Aplaudo la idea, aunque, como en todo, habrá seguras discrepancias.





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