Lunes, 28 de mayo de 2018
A 361 días de las BODAS DE ORO.
EL ÁRBOL, EL LIBRO, LOS HIJOS Y LOS NIETOS
Cumplir estos objetivos es simplista creencia de ganarle la partida a la
vida en ese absurdo pugilato del vivir. Es el aplastante conformismo de los flacos
inconformistas ante la segura muerte. Es el corto programa inventado por él
para permanecer en el engreimiento individual y colectivo.
Sembrar un árbol, por muy frondoso que llegara a ser; escribir y
publicar un libro, por muy exitoso que fuera; tener y criar hijos y nietos, por muchas lindezas que posean, no dejan de ser importantes “tareas”, pero no lo
convirtamos en el sumun del quehacer
humano. Ampliemos esta bonita triada para no quedarnos cortos en los muchos
posibles haceres, por practicar o inventar a lo largo de nuestra existencia.
En
mi existir, consumido sin apenas darme cuenta, cumplí el triple precepto del
“árbol, del libro y de los hijos y nietos” y no por estar delante, presumiré de
que no lo hice, del todo, mal. Sólo, el árbol sembrado, podrá quejarse de mi
olvido. El libro, cumplió sus objetivos de vanagloria personal y de número de
lectores; mientras los hijos y nietos (3 y 6) nos “salieron” de buena “pasta”.
TRIADA VITAL
Me enseñaron tres tareas
para, en la vida, “facer”,
sembrar árbol pequeñito,
con manos de amigo fiel,
publicar querido libro,
poemas sobre papel
y tener hijos y nietos,
hombres de paz y de bien.
Cumplida ya las tareas,
de este triple menester,
sólo nos queda esperar,
que los dioses del edén
nos regalen merecido
título del bien hacer,
de estas cuestiones humanas,
galardón, premio y laurel,
a la nuestra maestría
en cumplir mejor que bien.
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