LA CARMELA, MEDIA MEIGA, Y SUS TRES RAPACIÑOS: GALA, ENZO Y BELTRÁN
(XXII) Una vez los cuatro ya reunidos, cada uno cuenta la historia que vivieron.
Cuando
los besos terminan
y abrazos también cesan,
los cuatro, sus peripecias,
con pormenores se cuentan.
Enzo y Gala se interrumpen
al contar sus historietas,
Beltrán repite finales
con graciosa media lengua.
Acordándose de un cuento,
Gala fue dejando pruebas
para que con ellas dando,
su buena meiga Carmela,
sin equivocarse nunca,
el camino a seguir, tenga.
Dicho aquello por la niña
a Gala más besos diera,
porque mucho la ayudaron
a dar con Tortuga Ciega.
Más tarde Enzo le relata
cómo se libran de cuerdas,
cómo escapan del lugar,
bajando por escalera
después de saltar al techo
de un cobertizo que allí hubiera
y corriendo a toda prisa
por bien estrecha vereda,
hasta llegar a casa
para arreglar lo que puedan,
poniendo manos a la obra
para cuando tú volvieras.
El pequeño no se libra
de más besos de Carmela,
por su proceder valiente
y su enorme inteligencia.
Después relata la bruja
lo que la misma viviera,
dejando para el secreto
episodios de violencia,
y el grandísimo interés
que por ellos el rey muestra;
sí, que el temer no deben
a la gentuza perversa,
pues hace día se los llevaron
con saña y por la fuerza,
porque por ser gente mala
cruel castigo les espera.
y abrazos también cesan,
los cuatro, sus peripecias,
con pormenores se cuentan.
Enzo y Gala se interrumpen
al contar sus historietas,
Beltrán repite finales
con graciosa media lengua.
Acordándose de un cuento,
Gala fue dejando pruebas
para que con ellas dando,
su buena meiga Carmela,
sin equivocarse nunca,
el camino a seguir, tenga.
Dicho aquello por la niña
a Gala más besos diera,
porque mucho la ayudaron
a dar con Tortuga Ciega.
Más tarde Enzo le relata
cómo se libran de cuerdas,
cómo escapan del lugar,
bajando por escalera
después de saltar al techo
de un cobertizo que allí hubiera
y corriendo a toda prisa
por bien estrecha vereda,
hasta llegar a casa
para arreglar lo que puedan,
poniendo manos a la obra
para cuando tú volvieras.
El pequeño no se libra
de más besos de Carmela,
por su proceder valiente
y su enorme inteligencia.
Después relata la bruja
lo que la misma viviera,
dejando para el secreto
episodios de violencia,
y el grandísimo interés
que por ellos el rey muestra;
sí, que el temer no deben
a la gentuza perversa,
pues hace día se los llevaron
con saña y por la fuerza,
porque por ser gente mala
cruel castigo les espera.
El Viso del Alcor, 21 de Junio de 2925
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