miércoles, 16 de abril de 2025

SEMANA SANTA


MIÉRCOLES SANTO

EL HUERTO DE LOS OLIVOS

    Los olivos milenarios
del Monte de los olivos,
en Miércoles de Pasión, 
fueron silentes testigos 
de la más grande traición
en los Siglos de los Siglos.

    Los olivos de aquel Huerto,
de alma y cuerpo doloridos,
por impotencia y dolor,
sus troncos han retorcido,
sus olivas negrearon,
negror de luto y castigo,
y sus raíces soñaron,
tierra de mejo mantillo.

    Por unos pocos denarios,
dinero de cruel destino,
un hombre vendió al Hombre,
al Hermano, al buen Amigo,
historia que se repite,
en el ahora, a continuo,
con los denarios modernos
y personajes distintos.


    Un olivo de aquel Monte
fue, entre todos, escogido, 
para soportar la muerte,
exiguo, escaso castigo,
del que aleve traicionó,
fiero y loco desatino,
al mejor de los mortales,
Hombre y Cordero Divino.

    Una turba desabrida,
hija de enconos altivos,
muy vociferante y armada
ha prisionero, cautivo,
como peligroso truhán,
como brutal asesino,
a Jesús de Nazaret,
el mejor de los nacidos.
Por ello, silente llora,
el Huerto de los olivos.

    Los olivos milenarios
del Monte de los olivos,
en Miércoles de Pasión
guardan dolores y gritos,
se retuercen de dolor,
viendo al buen Jesús prendido, 
y no poder hacer nada 
por cambiar su cruel destino.

                                             El Viso del Alcor, 16 de Abril de 2025

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