22 .- ¡BUENAS NOCHES, FUEGO! ( I )
¡BUENAS NOCHES, FUEGO!
Mágico elemento vital de noches de brujas y encantamientos.
¡Qué hubiera sido de la humanidad sin ti!
Imán de miradas idas cuando junto a la chimenea se reunía la familia en tiempos del ayer lejano, para ver como se preparaba la comida, cuando se hablaba y se contaban historias y cuentos por los mayores, que hacían soñar a los más pequeños.
¿Qué hubiera sido de nosotros sin tu contribución al progreso y tu decisiva intervención para salir de la prehistoria?
Fuego de supervivencia.
Talismán de pueblos que quieren salir de su miseria, iluminando sus noches oscuras y sacrificando animales, mezclando el rojo de su sangre con el del fuego chisporroteante.
Arma defensiva, espantadora de animales salvajes, a los que, en el transcurrir de los tiempos, y con su ayuda arrebataste en principio su habitat natural.
Arma destructora y ofensiva, cuando en el día largo y casi eterno de la humanidad, crea la desolación y la muerte, sin respetar al hombre y a su hogar, ni a los bosques tan necesarios.
¡Buenas noches, FUEGO!
Hipnotizador inconsciente, arrasador de pastos y arboledas, destructor de viviendas, fabricante de Carbón, moldeador de minerales y metales, creador de cenizas, calcinador de cuerpos humanos, imprescindible en la cocina, cabeza luminosa de antorchas y de hermanas menores, las cerillas, centro del Olimpìsmo, elemento imprescindible para los sacrificios del ayer, del hoy y del mañana; hasta divinidad para mucho mortales.
¡Buenas noches, FUEGO!
Sé clemente con nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario