MIÉRCOLES, DÍA 23 DE DICIEMBRE
UN VIEJO TROFEO QUE YA NO ES LO MISMO
Claro que no es lo mismo esta edición del Trofeo de Navidad de baloncesto organizado por el Real Madrid, ni las últimas, como aquellas primeras en que este deporte comenzaba a parecerse al americano, y el motivo no es la calidad del baloncesto que se exhibe, que indudablemente es mejor, ni por el ambiente al celebrarse en un marco más grande y también mucho mejor y con bastante público; sino porque estamos tan saturados de las retransmisiones deportivas yen concreto del deporte de la canasta, que ya no nos llama la atención, resultando a veces rutinario y falto de la mínima atracción.
Volvía a jugar Antonio Martín después de 7 meses y nada. Gano el Madrid a la Cibona y bueno, qué.
Podrá ser el decimonoveno trofeo ganado por el Real Madrid, el suyo, de las veinticinco ediciones celebradas - quizás pueda ser esta otra de las razones negativas - , pero eso ya no atrae. Es cierto que ver a Sabonis es un espectáculo; peo ya no tanto, aunque ahora juegue en el Real Madrid. Que su equipo, el merengue, vaya primero en la Liga nuestra y en la Europea tampoco ya es novedad y más que aliciente importante, parece convertirse en obligación.
Y es que de todo se cansa uno, hasta del mucho ganar, y el baloncesto no es una excepción. A lo mejor la solución consiste en imponernos un síndrome de abstinencia y volvernos por eso a entusiasmarnos con un encuentro de baloncesto en la tele.
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